Código 148

Capítulo 4: Una agradable compañía.

Tyler me abrazó por la cintura y dio un corto beso en mi mejilla para luego preguntarme si íbamos a escapamos y así poder ser felices sin personas que estorben, a lo cual respondí que sí. Estábamos los dos, riendo y haciéndonos bromas. Jugando y besándonos, hasta que ya no quedo nada mas que hacer. Nos habían descubierto, ¿qué haríamos ahora?

Alison lloraba desconsoladamente. ¿Tanto daño le cause?

Kate estaba en shock. No podía creer lo que había hecho, eché a la mierda el manual de las mejores amigas.

Todo parecía tan horrible, no podía dejar de llorar.

Y así fue como me desperté con ligeras lágrimas cayendo sobre mis mejillas.Este sueño no fue como otros, no fue lindo ni dulce, fue algo que realmente no deseo que pase. ¿Por qué Alison lloraba tanto? Era algo que de verdad no entendía, se sintió bien al principio. Pero las cosas terminaron mal. Ya no sabia por que mierda soñaba estas cosas, pero al fin y al cabo terminaba llorando. Sequé mis lágrimas y me levanté despacio para no marearme, caminé hacia el baño y me miré al espejo, esas ojeras no eran constantes. No me preocupé tanto al recordar que en la noche demore en dormirme por el insomnio, había dormido poco. Encendí el grifo y mientras quitaba mi ropa le deje tiempo al agua para que se templara, cuando esta estuvo en condiciones deje caer el agua tibia sobre mi cara, relajándome. Salí de la ducha luego de unos largos minutos, hoy era domingo y no tenía que hacer la tonta rutina diaria. Pero con el solo hecho de ser domingo ya era aburrido. Me vestí casual y bajé a desayunar, eran las 12 del mediodía y mi madre no estaba, como siempre. Se iba temprano a quién sabe dónde y me dejaba sola sábados y domingos. Prepare un tazón de cereales con leche y fui hacia el sofá, encendí la televisión y estuve así un largo rato. Mi móvil empezó a vibrar y de mala gana conteste.

- ¿Hola? - pregunté dudosa y escuche esa voz que irradia dulzura hasta cuando estaba enojado, era nada más y nada menos que Tyler West. Podía alegrarme hasta el peor de los días.

- ¡Hola Sam! ¿Cómo estás? Quería hablar contigo, tal vez podríamos vernos hoy. Había quedado con mis amigos en ir a ver un partido de fútbol, pero supuse que sería más interesante salir contigo, ¿qué dices?

- Oh, Tyler. Claro emm... Creo que estaría bien - sonreí aunque él no pueda verme, me sentía realmente bien. Tyler estaba invitándome a salir, y había suspendido salir con sus amigos por salir conmigo ¿estás consciente de eso, Samantha?

- Bueno, entonces iremos al centro comercial. Pasaré a buscarte dentro de una hora, prepárate. Comeremos algo allá no te preocupes por eso. - su voz estaba tan calmada, todo lo contrario a la mía. Estaba demasiado nerviosa y no sabía exactamente qué decir. Este chico si sabe como volverme loca.

- Está bien, nos vemos dentro de una hora entonces. Adiós - dije esto y colgué. Traté de sonar lo mas tranquila posible, no se si funciono, pero al menos lo intenté.

Estuve unos 15 minutos más viendo televisión y luego fui a mi habitación. Abrí la ventana que daba a la terraza y salí para ver cómo estaba el clima.

- Oh por dios - me sorprendí al ver que estaba nevando, amo la nieve. Me percaté de que ya estábamos en invierno y ya no fue mucha sorpresa que este nevando.Fui directo a mi armario y busqué mis botas de invierno, guantes, un gorro y una campera de polar negro. Amaba esta estación porque simplemente me encantaba usar este tipo de atuendo.

Abajo tenia puesto unos jeans azules rasgados en la parte de las rodillas y las botas de invierno marrones. Arriba un sweater holgado color blanco y la campera de polar color negro. Mi cabeza estaba adornada por uno de esos gorros blancos que adoro usar, y mis manos estaban cubiertas por unos guantes negros que las protegían del frío. Amaba como me quedaba.