No hay escape

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Shun y sus valientes compañeros de armas emprendieron el viaje al reino de las nubes atraves del portal que género Bill, la nueva amiga de Shun, mitad demonio mitad humana, para vencer a los caballeros de diamante y poder conseguir una armadura de platino para salvar a su mitológica diosa Athena tenían que estar preparados y más seguros que nunca, armados con valor y sobre todo amor.


Narra Shun>

Unos soldados ataron mis piernas con unas sogas... Más bien una especie de cuerda morada, sería acaso una de esas ilusiones que generan los caballeros de diamante? Bill nos contó en el camino del bosque oscuro que ciertos caballeros podían hacer ilusiones similares a las del caballero de Géminis Saga.

-Shun! Corre! No es real shuuuuun!-
La vos de Bill me aturdía continuamente, todo giraba alrededor mío, sólo podía distinguir entre los colores y sombras de mi alrededor a mis compañeros intentando escapar de las mismas cuerdas, luego una silueta corrió hacia mi... Era oscura, pero su vos se me hacia familiar, ronca, profunda,  clara y suave a la ves...

-Shun corre!-

-Hyoga!-
Grite a todo pulmón al ver al Rubio desplomarse ante mis ojos, las cuerdas que lo sujetaban brillaban con intensidad y en su piel se podían divisar líneas brillantes.

-Hyoga por favor que sucede!? Qué te sucede?!-
Aún estaba consiente, murmuraba incoherencias mientras con una de sus manos acariciaba mi cabello. Estaba envenenado! Tal ves yo también lo estaba! Las cuerdas eran venenosas! Así como las rosas del asesino de mi maestro, tenía que pensar en como evitar caer tan rápido y en encontrar una cura.

Un morado se apodero de mi visión por completo, me aferre con fuerza al cuerpo de mi novio, luego, entre las tinieblas púrpuras se aproximo hasta mi un hombre con una armadura brillante de un color azul marino y detalles en plateado, celeste y morado.

-Tu vendrás con migo niña...-
Pronuncio con una vos clara y seca.

- niña!? Quien te crees para llamarme niña!? No soy una niña!!!-

- mhh?-
El hombre quedo confundido y sin despegar la vista de mis ojos levantó una ceja en respuesta a mi absurdo comentario.

- tu no pareces un chico...-
Continuo confundido.

- pues eso es lo que soy!-
Respondí con un puchero, un gesto algo infantil y me incorpore para presumir mi altura, la cual no era mucha...

-que infantil Andromeda... Como sea, tu y tus compañeros me acompañarán...-

Me rehuse y retrocedí unos pasos hacia atrás mientras fruncía el gesto haciéndole saber que no estaba de acuerdo.
Tome a Hyoga del brazo y lo pase por mi hombro intentando ayudarle a que se levantará, el joven seguía agonizando y mirando a quien sabe donde y pronunciando tonterías acerca de seiya.

- no iré con tigo... Me-me quedare aquí pa-para salvar a...a mis... Amigos...-
Conteste molesto, creo que estaba apunto de caer en trance a causa del veneno que lentamente se apoderaría de mis acciones, me sentía agotado y un sudor frío recorrió toda mi frente y mis brazos mientras mi respiración agitada exhalaba aire caliente.

-será mejor que me acompañes si no quieres que tu amigo y los demás mueran lentamente...-
Musito con el mentón en alto y aún con la ceja arqueada.

Vestido de un lienzo Rosa [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora