Traición (Editado)

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Casi una hora después de que Hien Li se retirara al terminar de hablar, Sakura aun continuaba repitiendo aquella conversación en su cabeza, no sabía qué hacer, no sabía si decirle a alguien sobre esa conversación, en ese momento no estaba segura de nada. Hien Li solo le había dado dos opciones y ninguna de esas, era buena, o se entregaba o una gran pelea estallaría en ese pueblo, además entregarse aseguraba la supervivencia de Syaoran y si no quería que aquel sueño que invadió su mente semanas atrás se hiciera realidad, solo tenía una solución.

—¿Qué debería hacer? —Se dijo ocultando su rostro entre sus manos, estuvo en esa posición por un largo rato, hasta que decidió regresar a casa, había sido un día complicado y necesitaba descansar.
—Sakura, llegas tarde. —Dijo su hermano en cuanto la chica entro a su hogar
—Lo sé, lo siento.

—No pasa nada, ¿Quieres comer algo? —Cuestiono Touya señalando hacia la mesa, donde un par de platillos se encontraban listos para ser consumidos

—Gracias Touya, pero no tengo hambre. —Respondió subiendo a su habitación bajo la mirada preocupada de su hermano mayor, no la había visto con ese ánimo tan bajo desde hace tiempo.
—Que bien que llegas Sakura. —Saludo Kero al verla, la chica no dijo nada más y solo se echó en su cama—. ¿Ocurre algo?
—Ryu termino conmigo. —Dijo sin moverse de la cama, solo le contaría eso, no había necesidad que supiera de su encuentro con Hien Li —. Tenías razón y él de alguna forma sabía lo que siento por Syaoran.
—Lo lamento, ese chico, si bien no era el mocoso, tú le tenías mucho cariño. —Señaló el pequeño peluche en tono conciliador
—Fue duro escucharlo, pero al mismo tiempo no pude evitar sentirme aliviada por eso, ya no quería mentirle. —Explico la maestra de las cartas
—Nunca es fácil escuchar eso, pero no es tu culpa que se terminara. —Continúo diciendo Kero—. No puedes elegir de quien enamorarte.
—Ryu me dijo las mismas palabras. —Recordó la chica girando sobre su cama para terminar boca arriba—. Supongo que están en lo correcto.
—No te tortures con eso, el chico entendió que no se puede forzar el amor. —Dijo el guardián soltando un bostezo—. Veras como todo sigue con normalidad.
—Eso espero. Deberías ir a dormir Kero, yo haré lo mismo. —Siguiendo su consejo el peluche ingreso al cajón donde dormía, la maestra de las cartas quiso imitarlo, sin embargo, la conversación con Hien continuaba invadiendo su mente y su mirada se clavó en aquella fotografía que Syaoran les había mostrado cuando estaba en la enfermería.

—Syaoran no me ha dicho nada acerca de la fotografía, supongo que no les molesta que la tenga o incluso puede que no lo recuerde, tiene muchas cosas en la cabeza. —Se dijo tomando la foto y mirándola con más detenimiento, Meiling salía con su sonrisa de siempre, el otro chico que salía se veía mucho más grande que los otros 3 niños y según la historia de Syaoran la hacían suponer que era el primo que había ayudado a escapar a Hien, no pudo evitar preguntarse qué había pasado con él, probablemente estaba en prisión por haber traicionado a su familia. Finalmente, sus ojos se posaron en los dos gemelos que aparecían, uno con una enorme sonrisa y el otro con su entrecejo fruncido, con una pequeña sonrisa la chica adivino que ese se trataba se Syaoran.
—¿Como es que alguien que se vea tan feliz junto a su familia sea capaz de tratar de matar a su propio hermano? —Musito Sakura antes de dejar la fotografía en la cabecera para tratar de dormir un poco, aunque no creía poder hacerlo.
A la mañana siguiente y sin haber podido dormir debido a los acontecimientos recientes, la chica se rindo de tratar de conseguir algo de descanso y decidió abandonar su casa con rumbo a la escuela. Las calles aún se mostraban tranquilas y no mucha gente transitaba por ellas debido a la hora, aun así, la entrada a la escuela ya estaba abierta debido a que muchos de los equipos deportivos entrenaban a primera hora, sin fijarse mucho en eso, Sakura entro a su salón percatándose de que ya había otra figura en el lugar y sabiendo el orden de los lugares, supo que era Ryu.
—Buenos días. —Saludo Sakura algo insegura, ¿Cómo hablaba con quien el día anterior puso fin a su relación?
—Hola Sakura. —Musito el muchacho sin levantar la mirada, también se escuchaba como si no hubiera podido dormir en toda la noche, la chica tomo asiento en su lugar sin saber si continuar con la conversación o sería prudente dejar que el muchacho recuperara algo de su sueño perdido, cosa que seguramente, ella también debería estar haciendo. Se debatía con aquel pensamiento cuando el timbre de su teléfono capto su atención.

El oscuro enemigo (Sakura card captor) EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora