¡Y hay actualización! ¡Después de un mes y, ¿qué mejor momento para ponerlo que para el aniversario de nuestras hermosas chicas Korra y Asami?! Pus aquí está el último capítulo de Paradoja que espero sea de su agrado, los motivos por el retraso estarán especificados en la parte de abajo como siempre. ¡Gracias por su apoyo todo este tiempo y por tenerme una paciencia inmensa!
Paradoja.
Mariposa V: Amistad.
El sol se empezaba a alzar en el horizonte proclamando el inicio de un nuevo día, la temperatura aumentaba conforme el astro rey proclamaba su reinado impregnando con su rayos toda la materia visible en la tierra, el viento cantaba con armonía provocando así que hojas de los distintos árboles que se alzaban en aquel pequeño bosque danzaran a su ritmo acompañándolo en esa composición musical que solamente ambos podían interpretar, los animales nocturnos empezaban a ingresar a sus pequeñas madrigueras o nidos para dejarles el paso libre a los seres diurnos que comenzaban a despertar debido a la iluminación matinal que el sol les regalaba con cada nuevo despertar, un río tranquilo serpenteaban cual gusano-serpiente haciéndose camino por entre el césped que crecía en aquel pequeño lugar y, si cierta morena quien disfrutaba aquel espectáculo no mal recordaba, ya era el vigésimo sexto amanecer que podía deleitar desde que había llegado con la CEO de Industrias Futuro a esa época dónde ambas eran unas extrañas totales, pero que podían encajar bien.
Korra respiró todo el aire que pudo soportar con sus pulmones hasta el punto que el diafragma le doliese y lo sacó de golpe alistándose para el nuevo día que le abría sus brazos en ese instante, se tomó el hombro derecho y empezó a moverlo de manera circular con el simple objetivo de calentar los músculos que allí tenía y, así, no sufrir lesión alguna cuando empezara su típica rutina de entrenamiento, pues, a pesar de que ahora no tenía a Tenzin para recordarle que debía mantener su estado físico al máximo, ya se le había hecho costumbre ejercitarse. Hizo lo mismo con el otro brazo y pasó a tomarse la punta de sus pies para seguir con su estiramiento matutino, a pesar de que ella no era de las personas a las que les gustara levantarse con el alba o antes de que el sol tan siquiera se molestara en despertarse, si tomaba muy enserio su entrenamiento y, aunque cuando se acabase de levantar fuese una alce dientes de sable cascarrabias que solamente Asami podía controlar, después de un tiempo, su desayuno y unos cuantos mimos provenientes de cierta ingeniero que estaba acostumbrada a ganarle al astro rey en levantar, su humor mejoraba notoriamente, tanto que parecía otra persona.
Korra estaba a punto de terminar su calentamiento cuando sintió una mano posarse delicadamente en su hombro y un olor que ella reconocería hasta el fin del mundo le invadió sus fosas nasales obligándola a sonreír de manera inconsciente. Atrás de ella se encontraba su compañera de aventuras, su mejor amiga en todo el mundo, su amante cuando la noche se prestaba, su chica, su novia, su Asami. La morena dio una media vuelta sobre sus talones para poder quedar cara a cara con la dueña de su alma y cuerpo que, hacía ya varios meses atrás, había proclamado. Sus ojos se dirigieron de manera instintiva hacia esas hermosas joyas color verde olivo con las cuales la CEO podía captar el mundo que la rodeaba para que, después, pudiesen recorrer enteramente aquel ser femenino que podía ser llamada diosa de no ser por el simple hecho de que era tan mortal como ella. Asami llevaba una blusa blanca de tirantes manchada de grasa que evidenciaban el verdadero trabajo que hacía, sus pantalones bombachos y sus botas que jamás faltaban en su atuendo de trabajo. Al Avatar se tomó su tiempo recorriendo esa celestial criatura que estaba frente a ella, ¿Cómo era posible que una mujer tan hermosa como la misma Asami Sato fuese su novia? A veces creía que todo era un sueño, pero luego el tacto tan real de esas finas manos sobre su áspera piel le decían que no, que era tan real como que ella era el Avatar.
— ¿Lista para entrenar? — Le preguntó aquella voz que adoraba escuchar.
— Solo si estás dispuesta a recibir una paliza. — Le retó la Avatar a la ingeniero con una sonrisa socarrona.
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Paradoja
FanfictionAsami y Korra vivían sus días tranquilas cuando un disturbio en la ciudad obliga al equipo Avatar a ponerse en acción de nuevo, ahí conocerán a Kenchi, el espíritu del tiempo y el espacio, pero por algunas circunstancias, Korra y Asami terminan sien...