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Louis despertó aquel día notando pequeñas diferencias que no había sentido antes de quedarse dormido, la primera de ellas era que se sentía levemente asfixiado y aplastado por un peso extra que no recordaba, él había dejado que el pequeño gatito que recasto la noche anterior trapara a su cama pero su peso había sido tan ligero y su pelaje tan suave que no había notado la diferencia pero ahora sentía que la mitad de su cuerpo estaba atrapada por algo.Dos, había cierto aire caliente que chocaba contra su cuello y le hacía que varios espasmos recorrieran su cuerpo causandole temblores; y tres, habia algo suave le hacia cosquillas en su oreja supuso que era cabello.A pesar de todas las cosas extrañas que estaba sintiendo esa mañana se sentía cálido y protegido, cómo si su ahora pequeña mascota lo hubiera rodeado de un aura de tranquilidad y era bastante reconfortante. Cosa que acabó cuando escuchó un ronco maullido en su oreja, que lo hizo saltar de la cama sorprendido y asustado. Louis se puso de pie en un salto y lo que vio en su cama los sorprendió aún más. Frente a él un joven desnudo rascaba sus parpados, luego lamía su patita como el gatito que había encontrado ayer antes de pasarla de nuevo por sus ojos, su cabello era rizado y achocolatado que caía un poco mas abajo de su cabeza. Louis miró a todos lados buscando a su gatito, él de había dormido con él no con otro chico ¡Santo Dios!Pero había mas cosas que el pobre adolescente de 17 años observó del joven desnudo y era que no solo se estaba comportando como un gato, había algo moviendose alrededor de su cintura como una cola y muy enterrado en medio de su cabello rizado podia observar dos orejas de gato, el joven curioso al ver que no despertaba se acercó a tocarlas, debían ser falsas, supuso pero otro salto atrás dio cuando al tocar sus orejas, el otro chico despertó. Mirándolo con ojos verdes rasgados que Louis en un segundo recordó. Su gatito no se había ido, su gatito estaba aún en su cama pero ahora, su gatito era un chico.

Este se sentó sobre sus piernas largas aún pasando sus manos por sus ojos, inclinó el cuello observando al hermoso chico frente a él con atención. Louis quería gritar, lo habría hecho si el chico frente a él no le pareciera tan tierno y se viera tan inofensivo.

- ¿Qué eres? - El de cabello castaño alcanzó a preguntar y vio al más pequeño abrir sus ojos tan grandes que pensó saldrían de sus órbitas, miró sus manos levantadas frente a su cara y pestañeó.

- Mierda - el susurro grave que se volvió a oir en la habitación al salir de los labios del "chico-gato" -como lo había denominado Louis- hizo que este diera otro respingo. Mas cuando fijó sus ojos verdes y brillantes a los azules de él. - Mierda - repitió, levantándose de la cama y teniendo que taparse al verse desnudo. Louis se sonrojo al verlo correr hacia la puerta pero lo detuvo, empujándolo al suelo y haciéndolo caer debajo de él causando un fuerte estruendo.

- Espera - dijo tomando sus manos - No te haré daño, lo prometo - casi gritó para luego jalar una sábana y cubrirlo - Yo... Yo, puedes confiar en mí, gatito - murmuró mordiéndose el labio al verlo sonrojarse, notando entonces que seguía encima suyo por lo que se levantó apresurado y chocó contra la pared de su cuarto.
El gatito se cubrió su desnudez con la sábana y cubrió sus cara con sus manos - Lo siento - Louis alcanzó a oír y se intentó acercar a él con cuidado pero antes de que pudiera alcanzarlo de nuevo. Se escucharon pisadas fuertes y Louis imaginó que se avecinaba.

- Mi mamá - murmuró mirando a su cuarto - ¡Oh Dios! Mi mamá te verá - señalo pero antes de que pudiera tomar la puerta para poner el seguro, ésta se abrió mostrando la figura de su madre tras de ella.

- Louis ¿porque tanto alboroto? - con el ceño fruncido su madre, preguntó - ¿Hablando solo de nuevo? - Jay suspiró.

- Mamá te puedo explicar - Louis dio saltos tratando de hacer que su madre no viera al chico desnudo en su cuarto con orejas de gato - Él es... Él

- Es tu gatito - su madre señalo sobre su cama - el que trajiste a casa anoche - entró pasando casi por encima de su hijo y éste quiso morir imaginando que diría su madre, ¿como le explicaría?.

Pero en vez de gritos y exclamaciones, Louis solo escucho mimos, risas y ronroneos suaves, cuando giró su cara hacia su cama, su madre estaba acariciando al mismo gatito que él había traído la noche pasada, este ronroneaba y movía su cabeza encantando.

Con esfuerzo, el joven logró sacar a su madre de su habitación a pesar de las quejas de esta y esta vez logró poner el seguro a la puerta, suspiró y volteó mirando de nuevo a los orbes verdes del minino que lo miraba con curiosidad.

- Ahora sí, ¿Me dirás que eres?

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Perdón por errores

Lindo Gatito, XxLarryxXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora