Nerviosa fue como te sentí la primera vez que chocamos en los pasillos, estábas tan apurado en ordenar los papeles que habían por el piso que solo los estabas mezclando más, en un extraño impulso puse mis manos sobre las tuyas y susurre un "todo está bien Calum" lo cual hizo que pueda ver otra de tus sonrisas, pero esta vez mucho más cerca que antes.