Nos Vemos Pronto

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Presente...
10:00 am.

Una ruidosa alarma empieza a sonar por toda la habitación, estiro mi brazo hasta mi cómoda y busco mi celular, toco por todas partes y no lo puedo encontrar, me levanto y empiezo a buscar por debajo de las tapas, cojines, pero todavía no lo encuentro, y trato de recordar donde lo deje y miro debajo de mi cama y lo tomo y apago la ruidosa alarma. Me paso una mano por la cara y me dirijo hacia el baño y pongo una lista de reproducción y empieza con into you.

Salgo con cuidado de no caer, me pongo mi bata y me dirijo a mi ropero, escojo una camiseta mucho más grande que mi talla y unos pantalones anchos.

Me pongo mis gafas y me hago un tomate y me coloco un cintillo, me siento al frente de mi escritorio, encima hay una foto de Laura y de mi abrazandonos, con una sonrisa en la cara y mi notebook morado y un montón de libros que son para el próximo curso, si antes me los aprendo mejor y tendré mejores notas o eso cree mamá. Ah y es verano y yo acá estudiando.

Empiezo con los libros de matemáticas y me adentro en los cálculos y fórmulas y investigo en mi notebook si no entiendo algo. 

Toc-toc, escucho la puerta, es mamá.

— Pas.. — no alcanzo a terminar la palabra y ella ya está adentro.

—Sophi, baja un momento, ¿si?

— Te sigo— dije levantándome de mi asiento

Llegamos al comedor y estaba mi papá y mi hermano menor, James, ahora tiene 8 y cuando nos venimos el tenía 3 así que a él no le importaba mucho el cambio.

Mi papá estaba apretando sus manos y eso solo significaba que algo pasó.

— Me trasladaron — fue lo único que dijo.

— ¿Que? — dijimos James y yo— ¿Nos mudaremos? ¿De nuevo? — esta vez hablé sólo yo.

— Así es — dijo mamá — pero no tendremos que partir de cero, iremos a nuestra antigua cuidad, donde está Lily y Laura, ¿te acuerdas, cariño?.— dijo mamá dirigiéndose a mi.

— ¿Iremos donde Laura? — mi sonrisa no se borraba, como había dicho antes no soy muy buena haciendo amigos, aquí sólo tuve conocidos.

Salí corriendo a mi habitación, la volveré a ver en persona, la alegría no cave en mi rostro, en todos estos años no perdimos contacto, hablamos por Skype casi todos los días, es y será la mejor amiga de todo el mundo, así que tome mi notebook y le hice una videollamada y respondió en seguida.

— ¡Hey! ¿que pasa?

— Volveré — dije con una sonrisa en mi rostro

— ¡¿Es en serio?! — dijo con una tremenda sonrisa en el rostro.

— ¡Si! Nos iremos el... espera que no escuche cuando nos iremos que me dijeron y vine corriendo a contarte—  tome el notebook, con Laura en la pantalla y baje la escaleras— ¡Papá! ¿cuando nos iremos?— dije terminando de bajar las escaleras.

— En tres semanas  más o menos — dijo algo sorprendido por mi alegría.

— ¿Escuchaste Lau? — dije mirando la pantalla y ella tenía los ojos cristalinos— Hey, ¿vas a llorar?, Oye guarda esas casi lágrimas para cuando nos veamos. — dije con una sonrisa, subiendo a mi habitación.

— Ya, ya, ¿sabes hace cuanto tiempo que no nos vemos?— se limpia sus casi lágrimas — Eres una insensible, hace cinco — estira su mano frente a la pantalla— cinco malditos años que no te veo en persona y ¿no me puedo emocionar?.

— Perdón ¿si? — dije antes de me diera un discurso.

— Hey Sophi cambiado de tema... ¿que haces así vestida?— preguntó con una ceja levantada y una media sonrisa.

— Vestimenta de estudio.

— ¿Es en serio? ¿sabes cuánto llevamos de vacaciones? ¡Llevamos menos de un mes! — sólo me encogí de hombros — sabes cuándo vuelvas te llevaré a una fiesta ¿me escuchaste?

— ¿Para celebrar me regreso?— dije sin ganas.

— Nop, para que despejes esa cabeza llena de preocupaciones ¿sabes?  Estudias y estudias, y eso al fin y al cabo te hará mal.

— Bueno pero es que me prepara y así todo es menos complicado.

— Y sin preocupaciones en el camino — término de decir Lau. Me encogí de hombros dándole la razón apretando mis labios.— ¿Porque te reprimes?

Esa pregunta me pilló desprevenida y me sorprendió bastante.

— ¿A qué te refieres? — respondí

— ¿Porque ya no lo haces? — Sé a lo que se refiere pero no lo quiero admitir.

— Por mamá — dije sin más — ella quiere lo mejor para mí y eso estoy haciendo, cumpliendo sus expectativas.

— Hey, me he dado cuenta de que no estás como antes— dijo con tristeza— Antes te reías más, tenías más cosas que contar y no solo te dedicabas a estudiar y hablar conmigo, cantabas como los ángeles como siempre lo has hecho y todavía no entiendo el porqué paraste si ti te encantaba hacerlo, hasta ibas a una academia.

— Aveces las personas cambian ¿sabes?.

— Lo he notado, quiero que sepas que voy a estar aquí cuando decidas decirme lo que pasó, ¿okey?

— Okey, te quiero Lau.

— Yo igual Sophi — me tiró un beso y sacude su mano en forma de despedida y le regresó el gesto y se acaba la conversación

Cierro mi notebook, me levanto y estiro, me tiro a mi cama y ahí me quedo con un brazo sobre mis ojos, tapandome la molesta luz que atraviesa por mi ventana.

¿Qué hago ahora? ¿Porqué Lau tiene siempre la razón? Aaah no va a descansar hasta tener la respuesta de mi supuesto cambio estando aquí.

¡Por favor, Sophia! Tienes 17, ya eres casi una adulta, ¿no? Entonces puedo manejarlo. Tu puedes con esto, sólo trata de convencer a mamá, de nuevo, sólo explicale el porqué, otra vez hasta que ella recapacite.

No, no puedo, la última vez comenzó a llorar y esto de verdad va hacer un paso que tendré miedo de afrontar, cuando tenga las cosas más claras lo haré, además puede que mamá tenga razón ¿cierto?, Las mamás casi siempre tienen la razón.

Tres semanas después

Tengo todo empacado, ya nos vamos al aeropuerto, después de esa reflexiva conversación con Laura no volvimos a tocar ese tema, o por lo menos no por mucho tiempo ya que tendré a Laura 24/7 al lado mío, sin descansar hasta obtener una respuesta.

Me puse lo mas cómodo que encontré

Y salí, a empezar de nuevo con la vida con la que era feliz