2. DONDE LA HISTORIA COMIENZA

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Cómo toda historia siempre hay comienzo y y para el joven Dragneel la forma de iniciar con su pequeña aventura  aquella mañana del lunes consistía en una sencilla misión que había tomado al azar del tablero de misiones. Elegir a ciegas los trabajos era algo de lo que se había acostumbrado desde que se había unido al gremio. Mirajane Strauss al ver  que el joven Dragon slayer se encontraba de mal humor, su semblante era preocupante y a simple vista podía notar que los problemas que llevaba consigo no eran nada buenos, Natsu tenía su ceño fruncido y bajo sus ojos se encontraban bolsas ligeramente oscuras que le daban una presentación bastante sombría total fuera de lo común pues todo mundo lo conocía y sabía que el dormir era algo que amaba el Jover pelirosa pero su rostro demacrado y gastado era evidencia de la falta de sueño, algo extraño para un chico hiperactivo y por supuesto extrovertido. La mujer tuvo que preguntarle de nueva cuenta si aquella misión era la correcta, tenía que no estuviera en sus cinco sentidos.


— Natsu... ¿Estás seguro de esto?

— Jamas he dudado en una misión Mira. — Ni siquiera se atrevio a alzar  la mirada para verla, conocía bastante bien a su compañera y pronto se daría cuenta de las emociones que amenazaban con explotar en el mago.

— Si pero... Ha llegado una misión especial para ti, deberías verla. — Murmuró con cautela, no quería que nadie más se enterará.

Natsu confundido acepto echar un vistazo a la misión, su mirada se había alzado y cuando Mirajane lo observo soltó un jadeo de preocupación, el pelirosa lucia como un muerto en vida lo que puso en duda si darle aquella misión u obligarlo a hacer oídos sordos y olvidar el momento, pero cuando deseo intentar algo el papel ya había sido arrebatado de sus manos y el chico de cabello rosa leía con atención.

"Solicito la ayuda del dragón de fuego, Natsu Dragneel para una misión con información clasificada, tiene estrictamente prohibido llevar compañia sin excepciones. Lo espero en las afueras de magnolia en una pequeña cabaña con decoraciones de dragón. $1 000 000 recompensa la informacion se otorgara al momento de su llegada.  Sin compañía."

No dijo nada, su expresión lo decía todo y la decisión había sido tomada, una misión de ese tipo solo significaba ausentarse un buen tiempo y por supuesto el buscaba algo como eso, las palabras de Mirajane solo fueron un eco lejano pues el pelirosa ya emprendia camino hacia la salida del gremio.

Natsu alzo su mano en forma de despedida lo que hizo entender a mirajane que tomaba el trabajo


Natsu caminaba por las calles vacias de magnolia lo que resultaba algo extraño pues la compañía de su alegre amigo azul no se encontraba presente de no ser por el Mago y sus pensamientos lejanos mucho más allá su alrededor.  El lugar no estaba lejos por lo que había optado por irse caminando, ya que para el joven dragón el irse en un transporte sin compañía de alguien era algo que jamas haría, de solo pensar en lo mal que lo habría pasado su estómago comenzó a revolverse provocándole arcadas a causa del mareo. Logro recuperarse al instante y siguió su camino con total seriedad, el estar solo en una mision lo ponía a pensar en cosas que estaban sucediendo en el gremio y la situación con su fiel compañera.

Lucy

Fue lo primero que inhundo su cabeza, la rubia había estado distanciada de el a causa de la confesión que le había hecho el dragón slayer.

"me gustas..."
"Natsu..."
"No tienes que responderme ahora ¿vale?"
"Solo... de-dejame pensarlo..."

Fue lo único que dijo antes de distanciarse de el, desde ese día no habia estado haciendo misiones con la dulce rubia, ni siquiera se dirigían la palabra. Natsu queria acercarse a Lucy e intentar hablarle pero temia que ella llegara a rechazarlo. Desanimado saco esos pensamientos de su mente y se concentro en la misión en la que iba en camino

[...]

Ya había llegado al lugar indicado, la cabaña en donde se encontraba el cliente se veía tan  maltratada que la sorpresa lo invadió al verla tan resistente, pero aún así la vista de aquel lugar daba la impresión como si estuviera abandonada, sin pensar en nada se adentro al lugar y esperando algo asombroso se encontró con una casa descuidada, los muebles estaban podridos y por una extraña razón la chimenea estaba encendida y con un calor abrazador. Natsu confundido miro alrededor esperando encontrarse con el cliente pero no encontró nada que se le acercara, solo había sido una broma, pensó el dragonslayer. Soltó un largo suspiro y se sento en seguida de la chimenea, observo con atención las llamas que ardian con intensidad perdiéndose en su color y vitalidad que le atraían y al pasar su mano entre ella las tomo como si de un objeto se tratase devorando con ansias sin importarle lo que eso causaría.
Muy animado comiendo no se había percatado que un hombre anciano estaba frente a el mirándolo fijamente, ni siquiera su olor lo había detectado

—¿Te gustan las llamas de mi chimenea? —soltó con gracia el anciano.

—Deliciosas... No había probado unas llamas tan exquisitas desde aquella barbacoa en el gremio —sonrio disfrutando de su comida pero al percatarse de lo que sucedia se dio cuenta que no seguía solo, frente a el estaba el cliente que había solicitado su ayuda — ¿Tú eres el cliente? — preguntó con la boca llena a lo que el anciano solo río y asintió.

Su porte anciano y con gracia hizo presencia frente al dragón Slayer.

— ¿Acostumbras hablar así con personas mayores que tú?— soltó con burla el anciano.

— Es la primera vez que te veo y algo me huele mal, pero debo decirte que las llamas están perfectas.

Una sutil carcajada salió de la boca del anciano, sabía que había llegado al lugar correcto, ya no tenía dudas, no había marcha atrás.

— Gusto en conocerte Natsu Dragneel, yo soy Roku, Avatar Roku y necesito tu ayuda.

Avatar: El Dragon De Fuego [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora