Avatar: El Dragon De Fuego [Editando]

7. DONDE EL DRAGON Y EL AVATAR SE UNEN

Los viajes siempre solían ser duros, en épocas de guerra el peligro siempre se encontraba presente y el miedo se apoderaba de la mente de las personas. Pero para el joven equipo avatar comenzar otro viaje después de casi ser vistos por el enemigo y con un rehen lo suficientemente sospechoso para desconfiar de el, no era lo que realmente tenían escrito en su plan de destruir al señor del fuego.
Los menores no perdieron el tiempo para descansar y al aterrizar en el lugar con la guardia en alto se prepararon para defenderse en caso de que un maestro de fuego  decidiera atacar. La tienda de acampar fue levantada acompañada de un par de discusiones entre la maestro tierra y la morena maestro del agua pero solo el comportamiento de ambas feminas provocaba una suave carcajada por parte del  pelirosa. Sabía que era un recién llegado  y nadie confiaba en el pero el momento tan tranquilo que se sentía en ese momento provocaba un ligero calor en su corazón recordándole a su familia de magos, la sensación de nostalgia lo invadió y decidido a darles su espacio se apartó del grupo, tal vez un recorrido por el pequeño pueblo vecino calmaría su mente y corazón.

—Oye loco ¿A dónde vas?

La voz de la pequeña pero poderosa Toph llegaron hasta los oídos del mago dispuesto a escaparse un rato, lo que era una mala idea si es que quería luchar por la confianza del grupo.

—Se que no me tienen la confianza suficiente pero si me permiten, iré al pueblo a comprar algo de comida

—Yo iré contigo, me asegurare de que no hagas nada malo y necesito hacer unas cosas—La maestra agua se acerco al mago con una sonrisa comprensiva.

Natsu un tanto sorprendido acepta mostrando una amplia sonrisa y con un encogimiento de hombros, ambos salen disparados al pueblo desapareciendo de la vista de los demás.

—Yo no se ustedes, pero tengo la sospecha de que Natsu es un hombre muy poderoso, tal vez podría ser más fuerte que el señor del fuego —Murmuro la menor del grupo.

— Yo pienso que estás loca, bebiste agua de cactus seguramente 

—Yo también lo veo Toph...—Solto el pequeño monje interrumpiendo al moreno

—Ustedes exageran

.
¿Cómo podría entablar una conversación con su acompañante sin recibir tan solo monosílabos como respuesta a cada pregunta? Descubrió que las palabras le eran más difícil salir cuando estaba solo con la morena maestro agua, de alguna forma podía sentir tristeza y tensión en su cuerpo, probablemente influenciados por el nuevo integrante del grupo y su elemento natural, el fuego.

—Katara ¿Estás bien?

Un momento de silencio y el asentimiento de cabeza llegó a su visión.

—Solo estoy algo tensa... tu llegada no estaba planeada, menos cuando se trata de un chico que influencia el fuego... todo esto es muy difícil para mí.

—Entiendo... lamento mucho por lo que tuviste que pasar, no imagino todo el dolor que esa gente despreciable te provoco...

El silencio volvió a reinar entre ellos y caminando por las calles repletas de negocios callejeros fueron interceptados por el mismo hombre que lo atacó por comerse su manzana falsa.

—La  Manzana dorada de…

—¿De la inmortalidad? Ya escuche sobre ella en otra historia... pero con piratas—Soltó el mago fastidiado al interrumpir al hombre—no sirve de nada.

Katara llego hasta el mago, mirando las frutas pintadas de un dorado brillante.

—¿Compraras algo?

—No, solo son mentiras de ladrones — echó  una mirada de molestia hacia el vendedor — vámonos de aquí, huele a estafa y podrido.