Capítulo 0

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Siempre supe, que, si las almas están hechas de algo, la tuya sería de fuego, sin duda alguna.

Tus ojos, llenos de expectación, destilabas optimismo, tu tez balanceada, ni muy morena ni muy blanca, tu cabello, café caoba, tus manos largas y exactas.

Tu sonrisa, tu tono de voz...eso fue lo que me cautivo, el desfile de sonrisas que dejabas allá donde ibas.

Eras un rompecorazones, pero solo porque no habías encontrado un corazón que desearas proteger, yo quería serlo, quería ser esa persona que quisieras proteger, quería protegerte de ti, y de tu manera de forzarte siempre a sentirte bien, a sonreír.

SagitarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora