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Tiempo Antes.
- Vamos que te va a costar decir: "Si te voy ayudar" -Trató de imitar su voz Sebastian
- Primero que nada yo no hablo así -el rió- Y segundo no se, quizás no es lo correcto
- ¿Porque no seria lo correcto? Ellos trataron de juntarnos y ahora miranos -los señaló a ambos
- Exacto, miranos no somos nada -le aclararo ___
- Porque tu no quieres -se defendió Sebastian
- ¿Quien dice que yo no quiero? -lo miró
- ¿Entones si quieres? -el la miro coqueto
- ¡Desde cuando esto se volvió algo de nosotros! -gritó ella
- Entonces eso es un "Si"
- Con tal que no me molestes, Si
- ¿Enserio quieres algo conmigo? -le sonrió
- ¡Ya callate Sebastian!
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Actualidad.
- ¿Y donde vamos? -preguntó Mariana
- Ya callate -trate de entender la dirección que Sebastian había enviado
- Como que estos días no andas de muy buen humor ¿eh?
- ¡Te dije que te calles! -grité
- Lamento...¿Hablar? -se alejó
Como todo me podía salir tan mal, no soportaba estar cerca de Sebastian sin dejar de pensar lo lindo que seria abrazarlo y miles de cosas cursis más, y me sentía presionada con la escuela y definitivamente no era justo tratar así a Mariana, en especial por cosas mías
- Perdón -me acerque a ella- Solo estoy estresada
- Esta bien, te notó nerviosa -sonrió-
¿Estas bien?- Perdón no es justo que yo te trate así -bajé la mirada
- Hey, no tengas cara de arrastrada, espera esa ya la tenías -me abrazó- Sabes que es broma, lo que sea que estés planeando espero que salga bien
- ¿Que yo este planeando? -me puse nerviosa
- Has estado muy estresada estos días y también muy cortante, eso pasa cuando planeas algo que es importante -rió- Siempre te pones así
- Esto es demasiado importante
Desvíe la mirada, tratando de encontrar el lugar que Sebastian había escrito en la dirección
- Llegamos -mire a Mariana
- ¿Que hacemos en un parque de diversiones? -Pensó- Oh entiendo quieres que se te quite la amargura y por eso venimos aquí
Un Nuevo Mensaje.
Sebastian: ¿Ya están aquí?
Yo: Sí, ¿donde la llevo?
Sebastian: Mario está al lado de la rueda de la fortuna, llevala ahí
- Oye -hablé- ¿Que tal si vas a la rueda de la fortuna? Y me esperas ahí, olvide tengo que llamar a mamá
- Bien -me señaló Mariana- Solo no tardes, odio esperar
- Lo se, ya regreso -salí corriendo de ahí
Ahora solo faltaba encontrar a Sebastian y supongo que espiarlos para que nada se arruinara, y saliera conforme al plan
- ¡Buh! -gritaron detrás de mí, así asustandome
- ¡Demonios! ......
