Hateful. [YoonMin]

Capitulo 10.

Desayunaron complicadamente pues sus manos estaban tercamente pegadas, Hoseok les aconsejo que lo resolvieran sin pedir ayuda a los instructores pues todo lo que habían echo a meritaba una expulsión permanente del campamento y aunque Yoongi deseaba eso mas que nada en esos momentos, Jimin le rogó que pensara por primera vez en alguien que no solamente fuera él mismo. Lo mas impactante de todo fue que sumisamente el pelinaranja lo obedeció, tal vez se debía a que se sentía culpable aun, después de todo eso había sido su idea. 

Caminaron como un par de ruedores a punto de ser exterminados hasta su cabaña y suspiraron de alivio al ver que Chanyeol no los estaba buscando, fue trágico saber que los estaban esperando dentro del lugar donde dormían y con un grito ahogado ambos se echaron a correr no llegando muy lejos. 

Los amigos bajos de estatura del gigantón los detuvieron mientras que este se acercaba con pasos lentos, lleno de alegría porque por fin podía darles su merecido a cada uno, tomo por el cuello de su camiseta oscura a Yoongi y lo levanto apenas unos milímetros del suelo, formando un puño con su otra mano listo para estamparlo en su rostro, el pelinaranja apretó los parpados con fuerza rogando porque eso acabara rápidamente y el dolor no fuera tan grande. 

Jimin apretó la mano de Yoongi y con toda la valentía que desafortunadamente no tenia pateo la entrepierna de Chanyeol logrando que soltara a Min  y que cayera al suelo retorciéndose de dolor. Los dos cómplices restantes no tardaron en acercarse furiosos, Park hizo que Suga se sentara en el suelo y se arrodillo frente a él abrazándolo fuertemente. 

-No dolerá, murmuro el castaño en el oído del contrario, -Lo prometo-, el mayor no sintió a ningún golpe herirlo, pero al contrario de eso pudo escuchar como los puñetazos y patadas eran amortiguados por el cuerpo de Jimin.

Cuando la rabia quedo satisfecha en los tres mayores, los golpes pararon y finalmente se alejaron. Los habían atrapado cerca del lago, por lo tanto no había instructores o alguna persona que los ayudara, lo único que pudieron hacer mejor fue esperar a que se cansaran. 

El menor dejo caer su cuerpo hacia atrás, solamente alarmando a Yoongi. No había perdido la consciencia, no estaba en una condición grave tampoco pero seguramente al día siguiente no podría caminar o siquiera dormir en su cama adecuadamente. 

-¿duele mucho?, pregunto el pelinaranja suavemente, -Eres un Idiota, ¿como pudiste hacer eso?, No soy una chica, No necesito que recibas mis palizas, Puedo soportar los golpes tan bien como tu lo haces-, grito en reclamo. 

-¿te duele algo?, fue lo único que respondió el castaño. 

-Sigues forzándolo, murmuro Suga con la cabeza gacha, -Sigues poniéndome en situaciones donde me siento culpable y entonces no puedo simplemente ignorarte-

-lo siento, susurro un Jimin cansado.

-Idiota...

Min continuo sintiéndose culpable después de eso también, al no poder cargar a Jimin y depositárlo en su cama. Solo se dedico a andar junto a él, sus manos todavía juntas y el menor cojeando soltando quejidos de dolor.

Y por primera vez en mucho tiempo el mayor se sintió como un Idiota al no ejercitar, era clara la diferencia en altura y fuerza entre ambos, Jimin fácilmente podía con el peso del pelinaranja lo cual este al contrario del muchacho con actitud siempre positiva, no podía levantar siquiera su ligero peso.

-¿te sientes mal?, pregunto el mayor tratando de no sonar muy preocupado, no perdería su imagen todavía, no quería mostrarse demasiado débil.

-No, mintió de forma nada creíble.

-¿quieres una bolsa de Hielo?, Jimin sonrió.

-es una lastima que no puedas ir por ella, apretó su mano recordándole que aun se encontraban en esa anterior situación.

Yoongi hizo una mueca de disgusto pues su comentario lo había dejado lucir como un imbécil, Sin embargo al descansar su vista en sus pies que se movían lentamente siguiendo el ritmo de un lastimado Jimin, se percato de que esa era la primera vez que pasaba tanto tiempo en "contacto físico" con una persona, le molesto obviamente el echo de que esa persona fuese su odioso compañero y no Una americana de piel blanca y Ojos bonitos, por lo menos una Coreana Nativa de ojos bonitos. Solamente era Park, un castaño menor pero mas alto que él, nada especial.

Bufo inconscientemente.

-¿Te molestan estos últimos sucesos no?, pregunto Jimin como adivinando su pensamiento. Suga lo observo unos segundos y alzo una ceja sorprendido, trato de pensar otra cosa en espera de que el chico adivinara, sin embargo, fue una estupidez, ¿porque rayos inicialmente pensó que probablemente el crío podría llegar a leerle la mente?

-Si, fue sincero, -Me molesta que mi vida no sea tranquila mas-, el mas alto asintió.

-Te acostumbraras, comento divertido. Yoongi rodó los ojos.

-¿Crees que el pegamento se..., mostró sus manos.

-Quizá mañana este mas flojo, se encogió de hombros, -Si lo esta solo faltaría de un estirón fuerte para finalmente separarnos-, el mayor asintió.

-Genial, sentía que me estaba convirtiendo en un imbécil a tu lado, Jimin en lugar de sentirse ofendido simplemente soltó una carcajada.

-Imbécil es mi segundo Nombre, murmuro, -Pero Genial es mi apellido-, sus miradas chocaron y el pelinaranja hizo una mueca de asco.

-Imbécil, Ingenuo, "Genial", Tierno, agresivo, ¿Puedes ser todo eso?, ¿Una emoción a la vez chico compacto?, el castaño esta vez frunció el ceño, -Una emoción a la vez Campanita-, afirmo sonriendo.

-Aveces no entiendo porque somos amigos, murmuro de malhumor el castaño.

-¿Somos amigos?, pregunto con algo de sorpresa en su voz Yoongi, -¿que clase de amigos somos?-, interrogo de forma burlona. 

-Somos esa clase de amigos donde yo acepto todo lo malo sobre ti porque sigo pensando que eres genial, abrió la puerta de la cabaña que compartían y entraron con un suspiro cansado al unison, -Y donde tu mueves mi cama justo a un lado de la tuya para que logremos descansar esta noche-

-¿Que?, el mas bajo se mostró confundido, Jimin alzo sus manos. 

-¿Pegados?, ¿Hola?, ¿Como quieres que yo duerma en mi cama?, se masajeo el cuello, -¿Quieres que me corte la mano?-, sonrió de lado burlón con la mano libre recargada todavía en su cuello. 

-Quiero que te cortes la boca, gruño tomando la cama del menor para acomodarla a un lado de la suya.

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