Llamada entrante de Liz H.
-Hola Liz- exclama alegremente Michael.
-Hola hijo.
El teñido siente que el tono que utiliza Liz es levemente alegre, así que la sonrisa en su rostro aumente.
-¿Cómo esta Luke?
-El ya está estable y ha salido de terapia intensiva- Liz solloza- Tenía miedo de que algo malo le pasara a mi bebé.
-Ya esta todo bien, nada malo va a pasarle ahora- dice Michael para tratar de consolar a la señora- Voy a ir a verlos ¿En que hospital está Luke?
-Hospital Regional, California.
-En unos días me verán allí.
-Gracias Mike, es un lindo gesto de tu parte. Además, Luke estuvo preguntando por ti y seguro que muere por verte.
-¿Preguntó por mi?
-Si, me dijo algo sobre un mensaje que te había dejado. Me preguntó si lo había escuchado.
-No he escuchado ningún mensaje de él- dice Michael con asombro.
-Deberías hacerlo, parece importante. Ya debo irme hijo, nos vemos.
-Claro, adiós Liz.
Apenas termina la llamada, el teñido abre rápidamente su casilla de mensajes, encontrándose con uno sin abrir. Rápidamente lo reproduce y se queda mudó al escuchar la voz de Luke.
-Hola Mike, soy Luke. Sé que no te estuve llamando estos días, pero quería sorprenderte visitandote inesperadamente, bueno, tal vez ahora no sea tan sorpresa- se escucha la risa de Luke y el corazón de Michael se oprime- Escuché tus mensajes y lucías tan enojado, por eso te explico esto.
»Te am... ¡Mierda!Luego de eso se escucha un gran estruendo, el cual finaliza dejando un largo silencio. Michael corta el mensaje y abre sus ojos. Luke había sufrido el accidente por querer visitarlo, y él sólo había pensado que el rubio lo había abandonado.
No pudo evitar sentirse mal por todos esos momentos en los que se arrepentía de haber contestado los mensajes de Luke, por todos esos momentos que deseó no verlo nunca más. El rubio sólo quería hacer un lindo gesto, y Michael sólo lo despreció.
(...)
Dos días pasaron y Michael ya se encuentra parado frente a la entrada del hospital en el que se encuentra Luke. Había soportado un largo y tedioso viaje para poder ver a su rubio, pero por alguna razón no desea entrar al lugar, el miedo de encontrarse a Luke en un mal estado lo aterra. Agita su cabeza, convencido de que el ojiazul está bien, y toma la puerta, para luego abrirla e ingresar al lugar.
No para en la recepción a preguntar por el número de la habitación, Liz ya se lo había dicho la noche anterior.
Sube apresuradamente las escaleras y corre por los pasillos, ganándose miradas confusas, hasta que llega a la habitación número 193. Ingresa silenciosamente en ella y se encuentra con un Luke luchando contra las sábanas que se engancharon en su pierna enyesada.
-Luke- exclama Michael con mucha emoción.
Antes de que el rubio pueda responder, Michael se acerca y lo atrapa en un cariñoso abrazo.
-Luke, dios mío, estoy condenadamente feliz de que estés bien- Lágrimas brotan de los ojos del teñido- Perdón, perdón, nunca debía dudar de ti, de tus intenciones. Eres una gran persona Lukey. Por favor, perdóname.
-Michael, tranquilizate- Luke suelta una suave risa- No llores bebé, estoy bien. No estoy enojado contigo.
El ojiverde se separa un poco de Luke, para luego tomarlo de las mejillas y juntar su frente con la de él. Rozan sus labios, hasta que finalmente se funden en un tierno beso.
En ese momento, Michael entendió que lo que realmente desea en su vida es estar junto a Luke. El sufrimiento que había sentido cuando Liz le contó sobre el accidente había sido enorme, y no se podía imaginar como habría quedado si Luke fallecía. Todas sus esperanzas y sonrisas hubieras muerto junto a él.
Finalmente se separan y Luke sonríe.
-Te quiero mucho Mike.
-Yo yo a ti- Le da un pequeño beso- Y yo a ti- vuelve a decir.
Y quien hubiera dicho que, gracias a unos simples mensaje, esos dos jóvenes se volverían a enamorar.
Fin 2.
¡feliz año nuevo adelantado! ojalá tengan un muy buen 2016.