VI

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___ POV

Estuvimos un rato acostadas, hasta que alguien tocó la puerta.

—¿Si? —pregunté adormilada.

—Michael está preguntando por Lauren —dijo Ally.

—Voy —contestó Lauren.

Se paró perezosamente y se vistió. Yo hice lo mismo. Abrí la puerta y me encontré con Norminah y Ally.

—¿Qué tal estuvo? —preguntó Dinah divertida.

—Asombroso —contestó Lauren guiñándole un ojo.

Tomó mi mano y entrelazó nuestros dedos. Comenzó a caminar y me jaló con ella. Voltee a ver a las chicas que me miraban divertida. Reí ligeramente.

Bajamos las escaleras y fuimos a la sala, ahí estaban Mike y Clara sentados en el sillón uno al lado del otro.

—¿Qué sucede? —preguntó Lauren sentándose en el sillón frente a ellos.

Tomé asiento a su lado.

—¿Qué te pasó? —preguntó Mike señalando mi cuello.

Oh... sí dejó marca.

—Dinah hizo que me golpeara con mi arma —dije casualmente.

—¿Estás bien? —preguntó Clara.

Sonreí.

—Claro. No duele tanto como parece —contesté.

—¿Ya planearon todo? —preguntó Mike—. Ally nos dijo que habían ido a hacer eso.

—Bueno, es difícil organizar todo cuando tienes a Normani y Dinah juntas. Son un desastre... ¿Y Ally? Pff, ni se diga —contesté divertida—. Hablaré con ellas bien, ¿sí?

—Bien —contestó Mike.

—Coman algo o descansen. Esto puede tomar tiempo —dije parándome.

Había comenzado a caminar, pero mi novia me detuvo.

—Espera —dijo Lauren.

Se paró y rápidamente me volteó y atrapó mis labios. Fue un beso corto, pero increíble.

—Te quiero —dijo cuando nos separamos.

Reí.

—También yo, bebé —dije guiñando un ojo.

Ignoré las miradas incrédulas de sus padres y me dirigí escaleras arriba. Norminah y Ally estaban recargadas en la puerta de mi oficina.

—Vamos —dije.

Se hicieron a un lado, dejándome abrir la puerta. Me hice a un lado para dejarlas entrar. Cerré la puerta y me dirigí al escritorio. Saqué una libreta y le tendí una hoja a cada una además de un lápiz. Todas tomaron asiento alrededor del escritorio, en las sillas. Suspiré.

—Muy bien, comencemos a organizar esto —dije sentándome—. ¿Qué saben de los escondites de Cabello? ¿Creen que esté ahora mismo en uno, o creen que esté en su casa? ¿Qué saben de Camila?

—Oye tranquila —dijo Ally divertida.

—Allyson —dije en tono de irritación.

—Lo siento —dijo frunciendo el ceño.

—Tengo a mi novia y su familia aquí. Son mi total responsabilidad. Ellos confían en mí para protegerlos y sacarlos del embrollo en que sin querer los metí y se metieron —dije—. Lauren firmó su sentencia cuando, sin saberlo, convivía con Camila. Estoy estresada porque puedo o no salir de esto.

—Tranquila dawg —dijo Dinah—. Te diré lo que sabemos —se pausó—. Generalmente cuando Cabello se siente amenazado se cambia a una pequeña cabaña con todo y su familia. Usa la excusa barata de que es momento de un respiro de la civilización y eso.

—Sus hombres resguardan la pequeña choza desde mínimo un kilómetro para que Sinuhé y Sofía no sospechen nada —intervino Normani.

—Alguien dígame cómo es que Camila terminó metida en todo esto —dije mientras anotaba lo importante—. ¿Cuántos hombres calculan que estén vigilando la cabaña?

—Momento —intervino Ally—. ¿Estamos realmente seguras de que los Cabello se encuentran ahí realmente?

—Tienes un punto, Ally —dije asintiendo.

—No tenemos manera de comprobarlo... a menos que corroboremos su casa. Si no hay movimiento ahí, entonces sí están en la choza —comentó Dinah.

—Respondiendo a tu pregunta —comenzó Normani—, Camila vio cómo su padre mató a uno de sus amigos. Por alguna razón a Mila le llamaba la atención el mundo violento y amenazó a Alejandro diciéndole que si no la metía a su mundo, ella se encargaría personalmente de decirle a su familia y mandarlo a prisión.

—Esa chica tiene agallas. No sabe dónde mierda se metió —dije negando con la cabeza.

—Tengo una idea —aportó Ally.

—Adelante —dije asintiendo.

—¿Qué tal si lo obligamos a irse a su cabaña, en lugar de arriesgarnos en ir a verificar su casa? —preguntó Ally.

—¿Exactamente cómo? —preguntó Normani frunciendo el ceño.

—Duh —dijo Ally rodando los ojos—. Puedo decirle a mis papás que corran la voz de que harán un cateo en casa de Alejandro. Mis padres tienen agentes infiltrados en casi todos los cárteles.

—Lo que orillaría a Cabello a irse a su cabaña como el buen cobarde que es —dijo Dinah.

—Exacto —dijo Ally asintiendo.

—Excelente idea, Hernández —dije sonriendo.

—Gracias —dijo Ally haciendo una pequeña reverencia.

—¿Cuándo puedes decirle a tus padres que corran la voz? —pregunté.

—Ya mismo —dijo—. ¿Tienes algún celular desechable? El mío lo dejé en casa por seguridad.

—Claro. Están en la oficina de abajo. Vamos para allá —dije parándome.

Todas asintieron.

Agarré mi librera y lápiz. Abrí la puerta y todas salieron atrás de mí. Bajamos hacia la otra oficina, todas entraron y cuando yo iba a entrar, la voz de Lolo me detuvo.

—¿_____? —preguntó adormilada.

Voltee y ahí estaba ella con su pijama. Estoy segura que eran alrededor de las dos de la mañana.

—Dime bonita —dije acercándome a ella.

—¿Vienes a dormir? —preguntó abrazándome.

—No ahora, pequeña —dije dejando un beso en su frente—. Necesito terminar de organizar todo para atacar.

—Tengo miedo —confesó contra mi hombro.

Suspiré.

—Yo también lo tengo, Lau —me pausé—. Debajo de mi fachada de chica ruda, hay una persona que siente temor.

—Prométeme que regresarás —dijo separándose un poco de mí.

Me veía a los ojos.

—Yo... —me interrumpió.

—Promételo. Dame un poco de esperanza. Hazme sentir segura —dijo besando rápido mis labios.

—Lo prometo, Lau —dije abrazándola de nuevo.

Lo prometo.

———

Drug Traffic (Lauren & tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora