IV

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___ POV

Conseguimos un auto robado y nos fuimos rápido a las montañas. En realidad lo usamos para llegar al pie de la montaña. Dinah se encargó de estrellar el auto y Normani le prendió fuego. Los Jáuregui, Hansen y Hamilton tiraron sus celulares al fuego. Yo también tiré el mío.

Caminamos desde el pie de la montaña hasta la casa (que era casi hasta la punta de la montaña). Tardamos 1 hora en llegar. La montaña no era muy grande, pero el caminar hacia arriba cansaba.

La casa tenía todas las comodidades: baño, agua, luz, televisiones, camas; incluso una sala de juegos que tenía un Xbox y una mesa de billar.

Abrí la puerta principal para ellos. Resulta que la casa es impenetrable porque necesitas mi huella dactilar o la de mis padres para entrar. Las paredes son de 20 centímetros y metálicas. Las balas no le hacían nada a la puerta o las paredes. Además, tenía un sótano el cual tenía una puerta secreta que te hacía llegar al otro extremo de la montaña sin ser detectado. Esta casa es la más segura de todo Miami.

—Adelante —dije haciéndome hacia un lado.

Lauren y sus padres entraron.

—Es enorme —dijo Lauren admirando el interior.

—Y es demasiado segura. No hay forma de que entren aquí. Y si lo hacen, hay una salida de emergencia —comenté.

—Increíble dawg —expresó Dinah.

—Algo, sí —contesté—. Michael, ¿puedes venir un minuto?

—Seguro —dijo él poniéndose a mi lado.

—Lau, explora la casa un poco con tu madre, ¿sí? —pregunté.

Ella asintió. Tomó la mano de su madre y se adentró en la casa.

—Hansen, Hamilton, vayan con ellas. Nunca está de más ser precavidos —dije asintiendo en dirección de Clara y Lolo.

—Bien —dijeron ambas.

Ellas sacaron un arma de su cinturilla y se fueron atrás de las chicas. Esperé a que se alejaran un poco.

—Michael, ésta puerta solo puede abrirse por mí. Necesitaré tu huella para que tú también puedas abrirla. Así tú puedes controlar las entradas y salidas de tu familia en caso de ser necesario —dije en voz baja.

—De acuerdo —contestó.

Nos quedamos un momento en la puerta configurando su huella.

—Pruébala —dije señalando la maquinita donde pones tu dedo.

Puso su dedo y la puerta hizo click. La jaló hacia atrás y la abrió.

—Funciona —dijo emocionado.

—Perfecto —contesté.

Cerré la puerta y le puse todos los cerrojos (eran como 5).

—Sígueme.

Comencé a caminar en dirección por donde habían desaparecido las chicas. Las encontramos en la sala.

—Atención un momento —dije.

Dinah, Normani, Lolo y Clara voltearon a verme.

—¿Qué pasa? —preguntó Lolo.

—No tendrán la necesidad de salir a menos que sea muy extremo el caso. Hay comida enlatada y congelada; muchas botellas de soda y agua; además hay cereal, leche y todo eso para desayunar, comer y cenar —dije.

—Gracias por hacer esto, _____ —dijo Clara.

—Lo que sea por Lolo y su familia —dije asintiendo—. Pónganse cómodos. No sé cuánto tiempo debamos estar aquí.

Drug Traffic (Lauren & tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora