SEIS

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Ultimátum

Me resultó extraño el no haber visto cuando Lucy se había marchado y sin habérmelo hecho saber. Ella era de las personas que no podían irse sin despedirse, pues sabía a la perfección que no era bueno el no decirle un adiós a las personas que apreciabas antes de irte. Nunca sabias cuando seria la ultima vez.

Después de cenar y de las historias, salí apresurada de ahí, preguntándole a todo mundo sobre el paradero de Lucy, pero nadie, ni siquiera Jason supieron decirme dónde se encontraba mi amiga.
Senti estrecha la garganta.

Camine con silencio por las frías calles, observando cómo todo mundo se dirigía a sus hogares, acompañados de sus seres queridos. Y en cambio yo iba sola.
Jason no podía acompañarme, tenia que cerciorarse de que cada uno de los cazadores entrará a los dormitorios.
Taylor no la había visto desde el entrenamiento. Neil... a ese niño para que mencionar. Y Jack... me preguntaba si el ya se había ido a los dormitorios o si estaría buscándome...

Me negué rápido esa idea y seguí avanzando, abrazándome a mi misma para intentar suprimir el frío de aquella noche ligeramente húmeda, que, por el crujir del oscuro cielo, se aproximaba una fuerte tormenta.

Apresuré el paso lo más rápido que mis piernas podían, no es que tuviera miedo o algo parecido, pero hay que admitirlo, estar sola en la oscuridad de la noche en las calles nunca es lindo. Claro aquí la gente no te asalta o te rapta y abusa de ti como pasan en la televisión, pero si da algo de... bueno, en lo personal, me estremece bastante este escenario.

Al llegar a mi casa de inmediato subo las escaleras y entro a mi habitación cerrando la puerta y de inmediato poniéndome algo como para dormir como un short y una blusa sencillo...

-¡Nah! -apago las luces y me desnudo completa metiéndome así bajo las sábanas y tratando de conciliar rápido el sueño.


*      *      *

-¡Oh mierda! -al ver como el sol ya está algo alto me aterra saber que llegaré tarde a mi primer día de entrenamiento en el ruedo.

Salto de la cama en un rápida y ágil movimiento, casi tambaleante,  y comienzo a buscar mi uniforme, vistiéndosme coh rapidez y saliendo de ahí tan rápido como un bólido.

-Lila, no has ido a desayunar -la voz de mi madre me detuvo ante la puerta antes de salir de casa.

-¡Se me hace tarde, no creo poder desayunar! -corrí a la cocina y tome una miserable barrita de granola y volví a la puerta- ¡Nos vemos después, te quiero! -salí a toda velocidad mientras con torpes movimientos rompía la envoltura de la barrita para después comer aunque sea un poco pues se suponía que debería estar en la gran cocina a las ocho en punto para tomar el desayuno y esperar a que se me -nos- bajará la comida para empezar el entrenamiento a las diez, y, viendo la hora en la relojería que había pasado de lado al ir corriendo, había visto que eran las 9:40 am. Muy mala hora para mi.

Al ir corriendo como caballo desboca, llegue a tropezar contra Elise, mi compañera en entrenamiento, al parecer ella también había salido tarde de su casa.

-¡L... Lila! -sonrió nerviosa, seguro pensaría que yo estaba buscándola para iniciar el entrenamiento o algo parecido- ¡L-lo siento, me quede domina!

Demon Hunters® (Libro #1) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora