Siento tu piel como se eriza, y así se destila en nosotros el futuro.
En la oscuridad,
me tomo el tiempo necesario,
tiempo que no es en vano,
el tiempo en que nos exploramos.
Llegamos a la cima, y nos quedamos allá arriba lejos de la ciudad.
En la oscuridad,
abro surcos en mi pecho,
para que entre tu gracia,
en mí tu techo, tú casa,
rico ritual de intimidad..