Si ella es mala, yo seré peor

39 2 2
                                    

CAPÍTULO 7

Narra Raylan

-Te rompería el corazón-

La miro con atención, no la odio, es más me gusta bastante, es interesante, no puedo predecir cómo reaccionará en cada momento y eso me fascina, no me divertía tanto desde hace siglos. Se levanta y se da la vuelta para coger algo en un estante de los de abajo, se agacha dejándome con una espléndida vista, su cuerpo es hermoso, no sé qué es lo que la hace tan irresistible, no es la mujer más hermosa del mundo pero sí es muy sexy. Se da la vuelta y vuelve a como estaba antes poniéndole otro líquido al algodón, me quedo mirando su rostro, sus ojos son grandes y azules un azul brillante que hipnotiza, su nariz es chica y respingona y sus labios, simplemente perfectos, sonrie mientras termina y entiendo que su sonrisa es lo mejor que hay en ella, a parte de su fuerte y extraña personalidad.

Antes de que pudiese aplicarme lo que quiera que hubiese en ese algodón dije instintivamente lo que retenía.

-Tienes la sonrisa más besable y bonita del mundo- Paró en seco y me miró completamente seria.

-Nunca me interesaré por ti Raylan, acéptalo, no seré una blanca- Me reí un poco, tuve que parar porque el dolor era mayor que las ganas de reírme.

-Lo digo en serio, no es para que te unas a los blancos, dejaré de insistir por esta noche, es solo que parece que no te das cuenta de lo guapa que eres-

-Te rompería el corazón Raylan- otra vez con que me rompería el corazón. –Yo no puedo amar, ni siquiera me gustan las personas ¿cómo puedo llegar a querer a alguien?- Me había dejado de mirar hace ya un tiempo, se miraba las manos nerviosa, me enfurece que me haya pegado con esas pequeñas manos pero a la vez me divierte. Nos quedamos en silencio un rato hasta que reaccioné.

-¿Y si soy yo quién te rompe el corazón?- Me miró con diversión y en un segundo su mirada se transformó en una que transmite una soledad absoluta.

-No puedes romper lo que no existe- Está tan segura de lo que dice que me provoca escalofríos.

-Tu hermano, dijo algo de un chico y que habías cambiado, ¿tiene algo que ver con todo eso de que no puedes amar?- Lleva de nuevo el algodón a mi boca, escuece muchísimo pero no hago ni una mueca, simplemente espero a que me responda.

-Que te rompan el corazón es lo más parecido a que te muerda un zombie ¿lo sabías?- La miro confundido y ella hace una pequeña sonrisa, no como sus sonrisas normales, esta está llena de tristeza y estoy seguro que de recuerdos. –Te conviertes en un monstruo que lastima a otras personas- La miraba cada vez más confundido, ¿le han roto el corazón? –Por eso no creo en el amor, no sirve para nada, no puedo amar a nadie, lo descubrí cuando ni siquiera sentí algo de pena cuando mi novio me dejó porque me mudaba aquí, el amor simplemente no sirve para nada-

Sus palabras suenan como si hubiesen estado esperando a salir durante mucho tiempo, parecen cuchillas que se clava a sí misma.

-No te amaré, tranquila- Me sonrió un poco de lado y volvió a lo suyo.

-Bien, así podré odiarte sin sentir pena por ti, por cierto, ponte esta tirita y ya está- Me dio la tirita y me la puse donde estaba el labio partido, se levantó para poner las cosas donde estaban y me fije en que ella tenía sangre en los nudillos, y no era mi sangre.

-Espera- paró y me miró. –Tu mano, te hiciste daño al pegarme- Se la miró y se rio, supongo que no se había dado cuenta, me quedé mirándola mientras se limpiaba la herida como podía, la ayudaría pero no sé cómo se hacen esas cosas, estaba atontado mirándola cuando la puerta se abrió, mi mirada se dirigió rápidamente a la puerta donde vi a uno de los hermanos de Linet, no sé si es Deon o Ethen, no se parecen pero no sé cuál es cual.

¿Blanco o Negro?.....GrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora