Llegue más temprano a la escuela de lo que esperaba ya que para que yo pudiera entrar todavía faltaban 20 minutos.
Así que aprovechando esos 20 minutos camine por los alrededores de la escuela, llegando casi a la esquina de la misma escuche un suspiro.
Apoyada en unas rejas estaba una compañera y amiga mía, parecía que se aguantaba las lágrimas que empezaban a salir por sus ojos.
---¿Mar?¿Que te pasa? ¿Porque lloras?
Mar levantó la mirada para observarme y después miro hacia el otro lado de la calle mientras se refregaba los ojos para limpiarse las lágrimas.
---¿Qué? Yo no estoy llorando, estoy respirando algo de aire puro.
---Se, ahora decime la verdad.---Le dije mientras la igualaba y me apoyaba en la reja a su lado.
Mar suspiro, otra vez, y me miro esta vez con lágrimas cayendo por su cara---Es que no lo entiendo. Yo le entregó todo, hasta lo que no tengo, lo amo como si fuera el unico y el simplemente me ignora y se va con esa que lo trata mal y no lo quiere.
Mar estaba enamorada de un chico que iba un año más que nosotras y siempre terminaba en la misma historia ella llorando y el sin darse cuenta de nada.
---¿Alguna vez le confesaste lo que sentías? Capaz es por eso que el no reacciona, si, vos le das todo pero quizás, sólo quizás, tendrías que ser un poco más directa sobre lo que vos queres.
---¿Estas loca? ¿Y si me rechaza?
---¿Qué importa eso? Si te rechaza lo mandas a la mierda por ser un pelotudo y listo. Cualquiera que esté en su sano juicio te correspondería Mar.
Mar me miró con un brillo especial en los ojos mientras asentía con la cabeza; me abrazo y sé fue corriendo.
En el momento en que la perdí de vista yo me di vuelta, ya que se escuchaba la campana que indicaba que era la hora de entrar.
---Te deseo toda la suerte Mar, y te prometo que voy a hacer todo lo posible para tratar de ver tu hilo rojo así ya no sufrís por amores incorrectos.
