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El chico se acercó, me miro y después salió por la puerta; casi se me sale el corazón por la boca pero creo que es paranoia mía.

Termine mi café y le pedí la cuenta a la mesera, después de pagar salí del bar y abrí el paraguas mientras salía a correr por la calle.

Estaba a una cuadra de mi casa cuando paro de llover así que deje de correr y empecé a caminar pisando los charcos que había dejado la lluvia pensando en que haría cuando vaya a la escuela mañana temprano. Lo más seguro era que encontraría hilos por todos lados y me desmayaría del cansancio cuando trate de encontrar los respectivos dueños de todos.

Entre a la casa y prendí la tele, me senté en el sillón mientras cambiaba de canal para llegar al de música y me dormí al ritmo de Look  Around de los Red Hot Chili Peppers.

Los Hilos Rojos del Destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora