¿Matrimonio por conveniencia o por amor?

De compras.

Los dos habían salido de compras, no es que Karma o Nagisa no pudieran ir solos, si podían, solo que los dos eran tan celosos que no dejaban ni ha sol ni a sombra al contrario, no les molestaba esa actitud de su pareja después de todo eran tal para cual. Era algo raro ver al de cabellos azules andar sin él de cabellera roja y viceversa. Sus familias estaban felices por él compromiso y la relación de los chicos al igual que sus amigos. Solo que ha veces al salir de compras pasaban cosas que en realidad uno quería evitar y este día no era la excepción.

Nagisa estaba entretenido mirando los aparadores de las tiendas mientras que Karma sólo lo observaba como le encantaba ver a ese chico sonreír. Hasta que él pelirrojo quito la mirada del chico por unos momentos por un anillo que a su parecer era perfecto para su querido y futuro esposo.

Él de cabello azul caminaba sin darse cuenta que él de cabellos rojos no estaba tras de él, estaba tan distraído que apenas sintió que alguien lo tomaba de los hombros y lo jalaba.

-Ahhhh- grito él chico entre sorprendido y asustado.- ¿Que?

A Nagisa lo había secuestrado, raptado como ustedes quieran llamarle al acto de llevarse a alguien sin su permiso, bueno, él chico había sido acorralado por un rubio, alto, no era para nada feo, pero digamos que él chico solo era de Karma.

-¿Quien eres?-pregunto él pequeño un poco confundido ya que no conocía a aquel hombre.

-Veras lindura, estas calles no son las adecuadas para que una linda dama como tu ande sola- dijo él hombre mientras le desataba las coletas al menor.

-Disculpe, pero soy un chico y vengo con mi prometido -confeso Nagisa nervioso intentando zafarse del sujeto.

En ese momento Karma se dio cuenta que su querido prometido y salió en busca de él, aunque Nagisa era y es fuerte no le gustaba hacerlo enojar, ya que era como meterse con una pequeña cría de serpiente, adorable pero aterradora cuando llegara él momento de comer. En realidad se preocupaba más por la persona que lo acosara o algo, que por su prometido en si.

-Dios... Nagisa ¿Donde estas?- se cuestionaba él chico, ya estaba preocupado y demasiado.

Pero vaya sorpresa que se llevo él pelirrojo al ver salir a su novio de un callejón con cara de enfado y una marca en su mejilla, no sabia si saltarle encima por la emoción de encontrarlo o simplemente matar al idiota que le pego a su novio. Pero por la cara que tenia él de cabello azul se imaginaba que él chico ya le había enseñado modales.

-¿Nagisa y tus coletas?- cuestionó él chico al ver a su novio con él pelo suelto.

-Karma, no parezco mujer ¿Verdad?- cuestionó él chico con voz lúgubre y cara de pocos amigos.

-No cariño- respondió él pelirrojo con nerviosismo.

—Okey... Sigamos con las compras...

Él pelirrojo solo sonrió algo nervioso y siguio a su futuro esposo entre las tiendas era mejor no tentar su suerte.