MIEDO

117 6 5
                                    

Y como un susurro escuché: No temas que estoy contigo...

¿Por qué tememos? ¿Por qué sentimos esa asfixiante sensación de angustia que nos paraliza en ciertos momentos?
Determinadas circunstancias presentes o pasadas y los juegos que nos hace la mente confluyen y nos hacen sentir miedo. Un miedo, a veces inexplicable y sin lógica.
Miedo a morir o a que algún ser querido muera, miedo a ser atacados por animal o persona, miedo a quedarnos solos, a dormir solos, miedo a estar a oscuras, miedo a perdernos y a veces miedo a encontrarnos.
El miedo aturde, debilita, reduce y nos limita. Cuando nos asalta no podemos enfrentarlo, sentimos que estamos en una especie de túnel o cavidad de la que no podemos escapar. Y sentimos que nuestro cuerpo se entumece y no responde a nada que podamos pensar.
Sólo Dios y la oración nos brinda tranquilidad en momentos de miedo. Es como un bálsamo que tranquiliza y nos susurra que todo está bien y no hay que temer, porque aún cuando existiese una amenaza real y concreta Dios siempre estará con nosotros para ayudarnos a superar cualquier adversidad.
Debemos dominar la mente estableciendo la conexión con el Padre, mostrándole nuestra debilidad y pidiendo su asistencia.
Siempre hay un ángel cerca de nosotros dispuesto a ayudarnos. Invoquemos a los ángeles y arcángeles cuando el miedo nos ronde ellos nos ayudarán a combatirlo.

Bajo las alas de un ángel tenemos abrigo. Bajo sus alas la calidez de Dios nos arropa y nos hace fuertes y serenos.

Toque Angelical.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora