Capitulo diecinueve.
Molestia terca.
Siento lo anterior, prometo no volverá a ocurrir, Nicholas está como muñeco de trapo, estado causado por él mismo. Con su terca actitud podría haber un cambio bipolar nuevamente, de ser así, quedaría como final (no arriesgare mi tiempo en caprichos de un protagonista mal inventado).
Aunque en estos momentos no le importaba/ni sentía nada, estaba más que decidido a continuar con la trama, dejando sus dramatismos atrás.
Continuamos.
Egoísta a su mundo, y al hospital que luego tendrá fama de no cuidar a sus pacientes, yo abro la única ventana existente de todo el maldito establecimiento, desprende una luz celestial diferente a todo lo que alguna vez Nicholas había experimentado en su vida de 'dolor'.
Así que, con todas mis ganas eleve el cuerpo flacucho a la pequeña ventana.
Con un intento de cobardía, flaqueó, e intentó tener control de sí mismo.
Otra negación: no pudo, no solo.
El vago espíritu de la luna por otra parte, con su existencia confirmada por todo muerto y vivo, intervino con palabrería de positivismo. Atrasando mis propósitos de cerrar la historia, pero no deteniéndolos.
Nicholas retrocede y vuelve a correr en círculos.
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Relato terco: de Nicholas
General FictionEn la penumbra del universo existe Záfira, encargada de escribir las tragedias humanas. ¿Por qué no atormentar algunas? Nicholas, paciente de un manicomio, es víctima de sus abominaciones.