Sin Esperanza

III

—¿Sabes? Sólo quiero hablar con alguien, no conozco a nadie más. Este fue el único número ue estaba disponible, lo vi en uno de mis resivos.

Becky sabía de qe se trataba esto, una broma pesada. Muchas veces recibía llamadas de ese tipo. Llamadas diciéndole las típicas bromas de "¿Lavan ropa allí" haciendo que Becky inocentemente contestara "No" a lo que el pequeño adolescente respondió "Pero que cochinos." Estaba cansada de esas estupideces le hacían perder su tiempo y esta no era una excepción.

—Muy bien, espero que se haya divertido con su pequeña broma. En estos momentos estoy desconectando la llamada...

—¡No! ¡Por favor no lo hagas! Necesito que me escuches ¡Por favor no cuelgues! Por favor. —Su voz sonaba como un suplicó. El hombre estaba prácticamente rogándole a Becky que no lo hiciera y algo en su tono desesperado hizo que alejara su mano del monitor y escuchara atenta a ese misterioso hombre.

Ella no dijo nada, simplemente esperó a que él dijese algo. Sólo había silencio, lo único que ella podía escuchar era su respiración y la música tétrica que sonaba de fondo.

—Gracias. —Respondió  finalmente  —Me he enfrentado a muchas cosas en esta vida ¿Sabes? Lo único que pido es alguien que me escuché.

—Lo estoy escuchando señor, más vale que hable.

Becky escuchó un pequeño suspiro de tristeza, luego una pequeña risa fría. Era la risa de ese hombre, por su puesto; su voz era muy ronca y su risa era muy tenebrosa.

—Hace dos años me he separado de mi familia. He ido al ejército por unos cuantos meses, he recibido entrenamiento, me han catalogado como un buen soldado; he ido a muchas misiones, incluso a otros países que están en guerra. Mis manos están llenas de sangre inocentes, una lástima. Tal vez eso haga que mi alma se pudra en el infierno, tal vez lo merezca; pero lo realidad es que tengo miedo.

Rebecca no tenía ni idea del porqué un hombre llamaría a una agencia para contar su experiencia en el ejército; pero algo dentro de ella la invitaba a seguir escuchando.

—En fin, hace unas semanas me retiré de todo ese tema y quise regresar con mi familia; pero ¿Adivina qué? Al parecer, la lealtad de la familia no era tan grande como pensé. Mi supuesta esposa ya se había conseguido un nuevo mozo y al parecer mis hijos ya no estaban interesados en mi. No sabes cuántas veces traté de ganarme sus corazones de nuevo, que me llamaran papá; pero fue en vano, ellos ahora me veían como un monstruo y la verdad no los culpo. Me merezco cada casa que me está pasando.

—No creó que eso sea así. Ellos son su familia, ellos deben perdonarlo. Usted sólo hizo su trabajo. —dijo Becky conmovida con la historia. El hombre rió, esa risa ronca que tanto asustaba a Becky resonando de nuevo en sus oídos.

—Tú no tienes ni idea de lo que he hecho y tampoco quiero decirte, no quiero que me veas como un monstruo y me cuelgues la llamada.

Ella volvió a guardar silencio, esas simples palabras habían conseguido robarle la voz de nuevo.

—Como decía, mi familia me odia. No hay nada que pueda hacer respecto a eso. He perdido la esperanza en este mundo, no sabes cuántas bestias se ocultan allá afuera. Me da mucha pena y mucha vergüenza saber que personas así son considerados seres humanos. Esas cosas son capaces de asesinar a sangre fría y sonreír mientras lo hacen porque simplemente piensan que lo que hacen está correcto. A veces pienso que ellos saben que no está bien; pero disfrutan haciéndolo.

De un momento a otro el hombre comenzó a sollozar, parecía estar sufriendo mucho. Becky no tenía ni idea de lo que tenía que hacer. Estaba siendo consumida por el miedo, esto no se comparaba en nada a las películas de terror que ella había visto mucho antes, esto era peor.

—Hace unos días me han diagnosticado una enfermedad, mi cuerpo comenzará a deformarse, comenzaré a perder mi memoria y probablemente me volveré loco. Ellos quieren encerrarme en un manicomio para cuando el momento se presente. Yo no quiero vivir de esa forma ¡Ni siquiera puedes llamarle vida a eso! Es increíble como el karma ataca ¿No lo crees?

—Señor es mejor que...