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15 de Julio de 2016
Entre al colegio nerviosa, y lo que menos quería era encontrarme con Matias. Miraba por todas partes para ver si aparecía por algún lugar, pero no, no se veía.
Cuando entré a la sala estaba Matias sentado con Martina, riéndose de lo más bien. Entré furiosa y tire la mochila a mi puesto.
Bajé lo mas rapido que pude, y note que me seguía Matias.
-Hey, ven.- Me gritó.
Seguí caminando hacia mi banca... Cuando llegué me senté, crucé los brazos y miré hacia abajo.
-Te gusta el juego de los celos, sigue así, vas a salir perdiendo.- Le dije.
-No me gusta, lo que menos quiero es pelear, y mucho menos contigo.- Se sentó, me tomó la mano y me miró fijamente a los ojos.- Porfavor paremos esto, ambos mis queremos.
-Lo siento, pero no quiero seguir así, estoy muy confundida, yo te amo, pero Joaquín da vueltas y vueltas en mi cabeza y no puedo sacarlo.
-Entonces estas...
-Si, lo siento.- Me paré y me fui.

Mi relación de 2 meses había terminado, era oficial. Cuando iba subiendo miré hacia atrás. Vi a Matias llorando con las manos en la cara. Respiré profundo y seguí caminando, ya no había marcha atrás.
Cuando entré estaba Joaquín en su puesto. Llegué y me senté a llorar a mares. Me miró impresionado, me abrazó y me preguntó qué estaba pasando.
-Acabo de terminar con Matias.
-Que? Enserio?
-Crees que estoy mintiendo?
-No, pero... ¿Por que?
-Por ti...
-Que? Por que por mi? No entiendo nada.
-Lo que escuchaste, por ti. Tu me gustas.
-Eh... Bueno... Este... Tu también me gustas.- Me dijo sonrojado.
Estuvimos abrazados por mucho tiempo hasta que llegó Matias. Estaba rojo entero y la cara llena de lágrimas. Sentía un poco de lastima, pero yo también estaba mal.
Apenas entro, Martina se lanzó encima de él y lo abrazó. Todos se pusieron a gritar los típicos comentarios, "Uuuhh" o "Sofia Ponte celosa". Pero ya no me importaba, Matias ya no era mío, se lo regalaba envuelto a Martina.
Joaquin notó que yo lo miraba con una cara de disgustacion y me ofreció salir a tomar aire y a despejarse un rato. Sin dudar acepte inmediatamente y salimos juntos.
Estuvimos afuera hasta que tocaron el timbre, subimos casi de la mano, (me refiero a que subimos muy pegados), con el había olvidado todos los problemas y los malos ratos. Como que el me iluminaba el día, era perfecto para mí. La mejor parte era que le gustaba. Joaquin Herrera, el chico más lindo de la clase se había fijado en mí, en una niña tímida y callada que pasaba pegada a la pantalla del celular.
Comenzó la clase y conversábamos muy silenciosamente, también nos ayudábamos en los ejercicios y a veces nos salían unas risas un poco más fuerte pero no tan notorias. La pasaba tan bien con el, me sentía un poco feliz. Logró alegrarme el resto de día que me quedaba.
Ya eran las 12:30 y nos íbamos a almorzar. Justo antes de que me fuera siento que alguien me agarra el brazo por detrás, me imaginé que era Matias, no sé porque, pero no, era Joaquin.
-Vamos a almorzar juntos?
-Claro! Déjame avisar.- Llamé a mi mamá y no dudo en decirme que si.- Vamos Joaquin.
En la esquina estaba Matias, todavía con lágrimas en los ojos, creo que cada vez que me veía lloraba. No lo culpo, pero no era necesario tanto.

Llegamos al Mall y subimos al patio de comida. Nos sentamos frente a frente y comenzamos a hablar. Pasó el tiempo y nosotros no nos dimos cuenta hasta que me llego un mensaje de Rocío.
-Donde rayos estás, faltan 3 minutos para entrar y no estás en el colegio.
-Lo siento voy ahora corriendo, estoy en el mall.
-Que?! Y qué haces allá niña.
-Después te cuento.
Definitivamente eran las 13:52 y el primer timbre lo tocaban a las 13:55.
Con Joaquín salimos corriendo hacia el colegio pero no logramos llegar a tiempo, llegamos 10 minutos tarde.
Tuvimos que quedarnos los primeros 45 minutos afuera, pero nos sirvió para conversar más.
-Bueno, cuéntame algo de ti.- Me dijo sonriéndome.
-Eh... No sé que podría decirte... Haber, cuéntame tu.
-Bueno, tengo un hermano que acaba de salir de cuarto medio, una hermana, mis padres están separados y estoy perdidamente enamorado de la mujer que se encuentro frente a mí.
Me sonroje entera y no sabia que contestar. Solté una pequeña risita un tanto vergonzosa, me había quedado sin palabras. El? Solo me miraba con esa sonrisa tan perfecta grabada en la cara.
Pasaron los 45 minutos y entramos a la sala, nos sentamos y nos concentramos en la clase.
Al salir a recreo Rocío me pregunto qué había pasado.
-Porfavor cuéntame todo, ¿Fuiste con Joaquín? ¿Se besaron? Cuéntame!
-Si, Nooo, ay Calmate, solo me invitó como amigos... Pero... Le gusto!!!!
-Nooooo!!!! Siiiiiii!!!
Me tomó de las manos y me dijo:
-Esta vez no seas tan tonta, agárrate al cabro, no pasara nada malo.
-Ay! Rocío! No!
-Por qué no?! Se gustan y todo, aprovecha.
Me quede pensando y capaz si, pero no de una forma alzada, yo creo que deberíamos hablar.
Tocaron el timbre y ambas subimos a la clase.

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