Amor de niños

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Andrew estaba justo en frente de mis ojos y no pude evitar que mi corazón latiera mil por hora, todos los sentimientos que tenía por él habían vuelto de golpe, y ahora que el destino me había dado una oportunidad estaba dispuesta a aprovecharla.

Después de que Andrew termino de presentarse, miro hacia todos los lados del salón, y al verme allí me regalo una dulce sonrisa. Su sonrisa, tan hermosa como siempre, hacía que mi corazón se acelerara y sintiera cosas raras en mi estómago, cada vez que lo veía sonreír de esa forma me enamoraba más y más de él.

Se sentó en un puesto vacío a mi lado y lo único que podía hacer era sonreír, quizá la secundaria no tenía que ser tan mala.

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Salimos al receso y como siempre estaba junto a Rosy, ella conocía muy bien a las personas, era como si con la mirada te hiciera un scanner completo, por ese motivo descubrió enseguida mis sentimientos por Andrew. A pesar del poco tiempo que llevábamos siendo amigas me conocía bastante bien.

Estaba tan feliz que le conté a Rosy acerca de mi historia con Andrew; Nos conocíamos desde que teníamos memoria, y éramos como hermanos. Cuando era pequeña era poco femenina, por eso mis amigos eran más que todo niños, además muchas niñas me criticaban por mi forma de ser, pero no Andrew, él me aceptaba tal y como era, yo era casi como su 'hermanito menor'.

Solíamos ir juntos a un pequeño lago que estaba cerca de nuestro vecindario, pasábamos toda la tarde atrapando ranas y renacuajos, y competíamos para ver quien atrapaba el más grande. En el verano nuestras familias iban juntas a la casa de playa de su abuelo, allí pasábamos horas jugando en el mar y atrapando cangrejos.
Éramos tan unidos que incluso me regalaba su ropa vieja, o la que ya no le gustaba. Sus suéteres eran cómodos y abrigadores.

Todavía recuerdo cómo fue que me enamore de él, fue durante el cuarto grado: Estábamos en el receso y fui corriendo hacia la profesora, quería mostrarle un renacuajo que traía en una botella, lo había atrapado ese fin de semana. La profesora lo miro asombrada y me sonrió, pero había un grupo de niñas que me miraron asqueadas, nunca les había agradado mucho.

Al salir de la escuela ellas me arrinconaron para hacerme burla.

-Eres tan fea Kattie, que asco que te guste algo tan feo como los renacuajos- dijo una de ellas.

-Además siempre usas ropa de niño, seguro que algún día terminaras convirtiéndote en uno- dijo otra mientras soltaba una sonrisa burlona.

-Y miren su cabello, es tan feo y corto que me dan ganas de vomitar- dijo otra poniendo una cara de asco.

-A este paso nadie te va a querer nunca, ¡Vas a morir fea y sola!- dijo una de ellas soltando una carcajada que contagió a las demás.

Odiaba que fueran así conmigo, ¿Qué les había hecho para que me trataran así? Sentí las lágrimas acumularse en mis ojos cuando de repente alguien tomo mi mano.

-¿Qué les pasa, porque siempre molestan así a Kattie?- allí estaba Andrew, defendiéndome de ese montón de niñas odiosas.

-¿Por qué siempre estas con ella?- preguntó una. –Si sigues siendo su amigo se te va a pasar lo feo- dijo con tono burlón una de ellas.

-Pues prefiero ser feo en vez de ser una bruja odiosa como ustedes- dijo Andrew sacando su lengua y haciendo un gesto infantil.

Al parecer les sirvió de lección, porque las tres se quedaron en silencio y se marcharon.


-Dime An, ¿En verdad soy tan fea?- le pregunte a Andrew mirando el suelo.

-Vamos kat, no me digas que te vas a dejar llevar por lo que digan esas brujas.

-Pero si es cierto, no soy bonita y parezco un niño.- le dije alzando la vista

-Escucha kat.- dijo Andrew mirándome a los ojos –A pesar de que esas niñas lo digan, para mi eres la más bonita en todo el mundo, y además tú también eres bonita por dentro.- me dijo regalándome una cálida sonrisa.

No pude evitar sonrojarme al oír el comentario de Andrew, por primera vez lo mire detenidamente. Su sonrisa era hermosa y además él era muy apuesto, siempre estaba ahí cuando más lo necesitaba. Desde ese día, la perspectiva que tenia de Andrew cambio, ya no lo veía como un simple hermano.

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-Awwww, que lindo, es casi como una de esos romances de película- dijo Rosy con una mirada llena de ternura. Reí ante su reacción y me sentí feliz de tener una amiga a la que pudiera contarle eso.

-An es el primer chico que he amado en toda mi vida- le dije soltando un suspiro.

-Se nota que lo quieres mucho- me dijo Rosy sonriéndome. –Espero que puedas ser feliz con él, pero te advierto que si se atreve a lastimarte se las verá conmigo.

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Espero que les haya gustado este capítulo, lamento si es corto pero quería narrar la historia de Andrew y Kattie.











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