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Capítulo 2.

Generalmente, a Rubén y a Dani solo les veía en verano pues Rubén estudió tres años de Bachiller en Noruega y Daniela en Reino Unido, pero ahora Rubén acababa su carrera de Animación 3 D aquí en España mientras que Daniela vendría a acabar el último trimestre de su primer curso en la universidad de Getafe.

Yo estaba en mi último curso de Bachiller y era bastante difícil, pero no tanto como la gente te lo vendía.

-Ester, hoy estás muy perdida...-cortó Rubén mis pensamientos mientras nos traían la pizza.

-Ya... Pensaba en mi futuro, mi estudios y eso...-cogí una porción de pizza y me la llevé a la boca-Fuck! ¡Cómo quema!

Rubén solo se descoñaba de la risa.

-Gaciaz bue zamaditano pod la ayuda...-comenté sarcástica con la lengua afuera mientras él seguía llorando de la risa.

-De nada.-se secó una lágrima para luego seguir riéndose y coger un poco de pizza, y sí, se quemó.

/Awwwww sois los tontos más adorables del mundo, os shippeo ^.^/

-.-'

-Rubén, ¿qué tal está la pizza?-pregunté mientras me miraba mal.

-Hija de tu madre...

Terminamos la pizza (obviamente esperando antes a que se enfriara) y fuimos a un parque cercano a la urbanización en la que vivíamos.

-¿Por qué no regresas a Vine con Dani?-preguntó mientras se balanceaba en un columpio.

-No sé... Es que me da miedo.

-¿Miedo de qué?-preguntó mientras un niño con una piruleta gigante se le acercaba por detrás.

No iba a contarle mi sueño extraño de hace cinco años. No se lo iba a contar a nadie porque me tomarían por loca, pero tenía miedo por eso.
En ese sueño pasaron cosas feas que odiaría que ocurrieran en la vida real y vivía con algo de pavor a que se hicieran realidad, al igual que con esperanza de que conocer a Magcon fuera una realidad.

-Mal presentimiento, solo eso.-me hundí de hombros.

-Oye niño, ¿tú no erez muy mayod para zubirte a ezto?-dijo el niño de la piruleta a Rubén.

-¿Qué más te da?-comentó borde.

-¿A qué me chivo a mi mamá?

-Atrévete mocoso.-le desafió.

-Rubén...

-Ester calla, este niño quiere pelear de hombre a hombre.-se levantó del columpio y el niño se sentó en su lugar y le sacó la lengua.

Rubén se quedó con cara de Wtf?

-Hola guapa.-me dijo el niño y me asusté.

-¿Tienes un pandycornio?-pregunté interesada mientras Rubén nos miraba mal.

-¿Eh khé?

-Me voy.-salí corriendo y Rubén me siguió.

Llevaba corriendo mucho tiempo con Rubén detrás de mí (en realidad llevaba corriendo menos de un minuto, correr no es lo mío ) y de un momento a otro Rubén se tiró encima de mi hermoso ser.

-Auch, ¡gordo!-rió.

-No lo niegues, te encanta que estemos así.7u7

-Iugh, no.-me lo quité de encima y el agarró mi muñeca para quedar frente a frente.

Estábamos a nada de besarnos cuando de repente...

-¡OH DIOS!-gritó alguien-¡ES EL RUBIUS!

Entonces una marabunta de fans se le tiró encima separándonos.

Le pidieron fotos, autógrafos y que saludara a un par de personas. También preguntaron por mí, que si era su novia. Él lo negaba.

/Qué penita que siente ahora Ester.../

¿Qué dices? ¿Por qué sentiría pena?

/Porque ha dejado más que claro que no quiere nada contigo.../

¿Y? Yo tampoco quiero nada con...

/Soy tu conciencia, sé lo que en verdad piensas.../

Calla -.-'

-Ester, lo siento.-se acercó a mí cuando se alejó la gente-Ya sabes, los fans...

-No pidas disculpas.-sonreí-Es muy tierno verte con tus fans, te vuelves tímido.-rió.

-Déjame.-me empujó leve y su móvil empezó a sonar.

-Deberías cogerlo.

-Ah, em sí.-atendió a la llamada y se alejó un poco pidiéndome que le esperara.

Mientras tanto me puse a jugar al Geometry Dash en el móvil. Era una manca completamente pero bueh, lo que importa es divertirse (y en ese momento, también entretenerse para no caer aburrida).

Diez minutos después, (que por cierto, me había muerto 112 veces) Rubén volvió.

-¿Quién era?-pregunté curiosa mientras él me abrazabra por los hombros.

-Mi madre, hace mucho que no hablamos. Ya sabes... vive en Noruega.

Calló y sentí algo de tristeza en su rostro.

-Sabes perfectamente que se va a venir a España, te lo dijo ella...

-Ya, y aunque solo queda un mes siento que se me va a hacer eterno.

Llegamos a nuestro portal.

-Bueno, ¿cuándo te mudabas?

-El mes que viene.-hizo una cara rara-Me da tiempo a recibir a Daniela.

-Sí.-imité mal su cara y se rió de mí.

-Bueeeeeno.-se recostó en la pared-¿Te vas ya a casa?

-No sé.-imité su acción-A lo mejor un chico alto me invita a la suya a jugar a la play...-rió.

-No quiero jugar a la play, jopetas...-protestó cual niño de cinco años.

-¿Y qué quieres?-se acercó a mí.

-Que vuelvas a Vine.

-¡Tío!-me quejé-¡No quiero!

-Pero, ¿por qué? ¡Tú eras feliz cuando haces esos vídeos!

-Ahora soy feliz.-me giré y sonreí exageradamente-¿Ves? Feliz, ¡soy feliz!

-Lo sé pero...

-No, Rubén.-me senté en el suelo y abracé mis piernas-No lo sabes...

Él calló y anduvo despacio hasta llegar a mi lado. Segundos después se sentó a mi lado y me abrazó.

-Daniela me contó lo del hospital.-me escondí en su cuello y dejé a las lágrimas salir.

-Me da todo miedo desde ese momento.

-Pues el miedo impide la felicidad.

Me levanté del suelo y sequé mis lágrimas.

-Vamos al centro de la ciudad y te compro el peluche de un unicornio.-sonreí-Pero solo si mantienes esa sonrisa.

Corrí hacia él (aunque no mucho espacio nos separaba) y le abracé.

-Rubén...

-¿Por qué nunca me llamas Rubius?-rió.

-Porque Rubius suena raro. Prefiero Cameron Dallas, ¿quieres ser mi Cameron Dallas?-se separó de golpe mientras yo reía levemente sabiendo que le molestaba que hablara de mi amor platónico.

-Qué pesada, ¿otra vez?

-Le tienes envidia a Caaameron.-canturreé-Porque él es sexy y tu nooo.

-Yo soy muy sexy, mira.-posó raro.

-Estoy notando la bipolaridad que llevo encima.-comenté.

-Yo también.-rió.