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Capítulo 4.

Noté que alguien me movía en el sitio por lo cual fui abriendo poco a poco los ojos.

-¡Al fin despiertas! Me estás babeando el hombro, Bulbasur.

-Lo...lo siento mucho.-intenté limpiar su hombro húmedo pero él solo rió y apartó mis manos.

-No pasa nada. Ahora bajo a mi casa y me cambio.

-¿Y mis padres?-pregunté estirándome en el sitio.

-Llegaron a la una. Nos vieron y yo, que estaba despierto jugando aún ya que tú eres una floja...-le empujé y rió-Les expliqué que había subido a hacerte compañía.

-¿Te dejaron quedarte a dormir?

-Sí...

-Rubén, ¿a qué hora hemos quedado con Mangel?

-¡OSTRAS, ES VERDAD!-se levantó de golpe-Me voy, luego nos vemos.

Se acercó a la puerta de la habitación para irse mientras yo me acercaba para desenchufar la play, pero se quedó mirándome en vez de irse.

-¿Qué pasa?

Se acercó rápido y me besó lentamente en los labios. Lo peor es que yo le seguí.

-Hasta luego.-dijo y se fue.

Quería besarle de nuevo.

**********

-Daniela... Yo...

-Uh oh, me has llamado Daniela.-me tomó del brazo y nos alejó de Rubén, que iba grabando a la vez que hablaba solo unos metros delante nuestro-¿Qué ha pasado?

-Creo que... que me gusta Rubén.

-No, ¡¿en serio?! ¡NO ME HABÍA DADO CUENTA!-gritó.

-¿Pasa algo?-preguntó Rubén parando de grabar.

-No, solo que...-empezó Daniela y le tapé la boca.

-Que ella ya sabía que había vuelto a Vine...-me mordió la mano.

-¿En serio? ¡Eso yo no lo sabía!-respondió indignada.

-¿Qué os pasa de verdad?-frunció el ceño.

-Que...esto... ¿Es ese Mangel?-señalé a un chico que llevaba unas gafas de sol de piloto.

-Sísísísí. Le voy a pegar un susto. Quedaos un poquito atrás.

-Está tan loco como tú...-suspiró-¡Me encantais!-se fue pegando saltitos.

-Ayuda...

*********

-Ester, ¿nos grabas?-me dio Rubén la cámara.

-Hey, ¿por qué ella y no yo?-se quejó Daniela y Mangel rió.

-Tiene mejor pulso.-acarició mi cabeza.

-Rubiuh, la Ester esta es muy mona.-reí tontamente ante el comentario de Mangel y Rubén le pegó un codazo.

-Se ha puesto celoso.-vocalizó Dani.

**********

-Os puedo ayudar con la mudanza. Estoy muy fuerte.-le enseñé mi brazo y lo apartó negando con la cabeza.

-No hace falta, mujer.-dijo Mangel.

Dani estaba... ausente con su móvil. Llevaba ya casi media hora sin hablar con nosotros, solo mirando la pantalla y tecleando de vez en cuando.
Estaba algo preocupada, pues parecía que estaba pasándole algo.

-¡Chicos, chicos, chicos!-empezó a chillar mi mejor amiga que daba por muda.

-¿Qué pasa?-preguntó Mangel quitándose las gafas de sol.