Con primigenias semillas
llegaron hombres honestos;
plantaron toscos mojones,
talaron árboles viejos,
y se quedaron rogando
por cuatro gotas del cielo.
¡Cómo cantaban las rejas
al abrir los surcos nuevos!
¡Cómo entre rojos taninos,
bajo el castigo del Viento,
floreció el algodonal!
Aquellos hombres completos,
cuatro rumbos en la rosa
de los vientos eligieron.
Y a cordel, con anchas calles,
nació a la vida otro pueblo.
Allá está Sáenz Peña ahora
con dura piedra y cemento
venciendo los quebrachales.
En el tumulto del centro,
la calle doce y sus tiendas.
Hacia el oriente, los frescos
espejos de las represas,
donde se bañan los vientos
y se desnuda la luna.
Mirando al Sud, el complejo
movimiento de los trenes,
y hacia el Norte, allá a lo lejos,
a la sombra de las cruces,
descansan los que se fueron.
Allá está Sáenz Peña ahora,
entre picadas creciendo.
Multiplicadas semillas
florecen bajo su cielo;
y sus pecados se lavan
en los blanquísimos velos
con que acuden sus mujeres,
al llamar los campaneros,
para las misas tempranas
de los domingos serenos.
Allá está Sáenz Peña ahora
con dura piedra y cemento,
venciendo los quebrachales
contra el sol y contra el viento!
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Canciones del alma y de la ruta
PoesíaWilfrid René Mario Galán fue un periodista argentino nacido en Buenos Aires que murió a la edad de 50 años. Durante su vida publicó un solo libro, del cual escribió dos tomos. En sus poemas explaya lo que fue su vida, con su familia, su infancia y j...