Lindo gatito.

Epílogo

"¿Estás nervioso?" Harry asiente, aferrado al brazo de Louis tiembla de miedo. Es el día de reunión de gatos de la empresa. Se invita a todos los gatos vendidos y aún con vida que han salido de los hogares como felicitación por ser tan buenos productos, y para volver a evaluar su estado. Harry tiene veinticuatro ahora, y es probablemente el gato más viejo de todo el lugar.

Es anormal que una persona permanezca con su gato tanto tiempo, que le elija una y otra vez sobre una relación humana. Harry aprieta más fuerte el brazo de su amo, tiene lágrimas en los ojos y quiere vomitar.

"Cálmate mi amor, no es nada. Te verán, nos reiremos de sus rostros indignados e incrédulos, y nos iremos." Harry asiente, pero una lágrima resbala por su enrojecida mejilla.

"Tengo miedo... de que se rían y me juzguen, pero más miedo de que te digan algo a ti..." Louis frena en seco, toma las manos de su pequeño gato (quien se ha transformado en un hombre terriblemente atractivo) y las besa.

"No importa Haz. Yo te amo, no importa si se ríen, no va a cambiar. Además... ¿nos hemos mudado de ciudad recuerdas? Y nadie sabe que eres un gato allí." Harry suspira, hace unos tres años decidieron mudarse, Harry esconde su cola y sus orejas desde entonces; pero es su deseo, no el de Louis (a Louis realmente no le importa), lo hace porque quiere tomar de la mano a su novio (no puede creer que le llame así) por la calle y estar tranquilo de que nadie va a reírse o gritarles cosas.

"Me pregunto si alguno de mis viejos amigos aún... vive." Louis tuerce el gesto, le abraza de costado y le besa la frente.

"Seguramente sí, alguno de ellos debe haber sido como tú, y aún debe tener a su dueño atado al dedo meñique." Harry se ríe y besa el cuello de Louis, apretándolo contra él.

"Te amo."

"Y yo a ti cariño."

-

"No deberíamos haber venido."

"Zayn, por favor-"

"No, ¡mira esto! Son todos pequeños, menos de cinco años, todos ellos. Es enfermante. Dios, vamos a casa Li, ¿sí?"

"Dijiste que querías ver si alguno de tus amigos estaría presente. Esperaremos al discurso y luego si aún quieres, nos vamos." Zayn se rasca las orejas incómodo, hace años que las usa cubiertas, su pelo está largo y siempre se asegura de darle volumen suficiente para cubrirlas. Su cola está pegada a su espalda, ya no puede quitarse la costumbre.

"Relájate, estás todo tenso..."

"Soy mayor que tú, y eso ya es raro. Tengo... me van a llevar lejos por raro y moriré sin ti. Voy a morir si-"Liam le calla con un beso profundo y las manos posadas firmemente en sus caderas.

"Primero, son solo unos meses, segundo: no te van a llevar a ningún lado mi amor. Eres mío, y en caso de que quieran, soy abogado, tengo tus papeles, me perteneces." Liam ha crecido, volviéndose un hombre fuerte y decidido, con un título y un trabajo y una personalidad intensa, aunque con Zayn siempre ha sido el mismo niño inseguro, buscando aprobación. Solo con Zayn ahora, el gato se considera afortunado de aún tener a Liam como su dueño.

"Es tan caliente cuando me haces callar así. Te amo." Liam sonríe, la misma sonrisa con ojos entrecerrados.

"Ven, demos una vuelta."

-

"Niall, cielo, arréglate el cabello, parece que acabas de revolcarte."

"¡Pero si acabamos de revolcarnos Olly!" el doctor suspira, tomando el rostro de su gato entre las manos. Le besa la punta de la nariz y sonríe.