-Gracias por acompañarme. -le dije al llegar a la puerta de mi casa.
-No es nada preciosa. -me miró a los ojos.
-¿Cómo volverás? No conoces el camino. -una risa tímida se escapo de mis labios.
-No me importaría perderme si fuera por tu culpa. -me contesto coqueto.
-Apuesto a que no dirías eso cuando estuvieras perdido. -sonreí.
-Bueno, esta conversación no va a ninguna parte. -rió.
-Llevas la razón. -uní mis manos.
Nos quedamos un momento en un silencio incómodo, ¿Y si eran esos momentos como en las películas que se besaban? ¡Vamos, Blanca! Lo conoces desde ayer.
-Voy entrando. -le avisé mientras sacaba las llaves de mi bolso. -Repito, gracias por acompañarme. Y si te pierdes. -saqué un papel de mi bolso y escribí mi numero. -No dudes en llamarme. -le sonreí.
-De acuerdo. -se acercó un poco. -Adiós preciosa. -me abrazó.
-Adiós. -le abracé. Nos separamos y besó mi mejilla. Me apuesto mi teléfono móvil a que mis mejillas debían de tener un color carmín potente.
-Estas igual de roja que ayer.
Conservo mi teléfono.
-Es que soy más blanca que la leche, me pasa muy a menudo. -mentí.
-Claro, justo después de que te bese la mejilla. -se acercó peligrosamente. -Y, ¿De que color se te pondrían esas mejillas si te besara?
-Verdes. -respondí graciosa.
-Eres graciosa. -se rió. El calor se subió más a mis mejillas. -Me voy, que si no acabaras explotando.
-Tonto. -reí. -Adiós. -esta vez besé yo su mejilla.
-Adiós. -esta vez era el quien estaba colorado.
Abrí la puerta de mi casa, subí a mi piso y llamé al timbre, al segundo mi madre ya me habia abierto.
-¿Que cariñoso ese chico Fletcher, no? -me dijo mi madre en tono coqueto, y otra vez ese color carmín se volvió a apoderar de mis mejillas.
-¿Como que cariñoso? -reí nerviosa.
-No se, yo me he asomado porque te he oído y os he visto abrazándoos.
-Me voy a mi habitación.
Al llegar a mi habitación saqué un libro y comencé a leer, hasta que noté mi móvil vibrar de un contacto que no tenía guardado.
-Me he perdido. -me dijo una voz que reconocí al instante.
-Es coña, ¿no?
-Si, pero quería oír tu reacción. -se rió.
-Eres idiota. -reí con él.
-La verdad es que sí.
-¿Que haces?
-Nada, acabo de llegar a casa.
-¿Enserio? Pero si mi casa está a 15 minutos de la tuya y nos hemos despedida hace 40 minutos.
-Como lo calculas, eh.
-Si. -me estaba poniendo colorada sola.
-Pues no te mentía cuando te he dicho que me había perdido, pero al final me he parado a preguntar a una chica de nuestra edad y me lo ha indicado perfecto.
-¿Que chica?
-Uy, cálmate celosa.
-No son celos, es por saber quien es. -mentí en un tono serio.
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Fall in love with me
Teen Fiction¿Él? Lo única que quería era a ella. ¿Ella? Una tímida chica que nunca había tenido novio y no tenía ni idea del amor. En su tercer curso, al instituto de Blanca llega un chico que no le ha podido sacar los ojos de encima, un chico que ha venido de...