La película llegaba a su fin y Hadrien y yo estábamos a punto de quedarnos dormidos. Admito que fallamos en la elección de largometraje, y demasiado. Cogí una palomita y se la tiré. Me miró mientras alzaba una ceja. Me encogí de hombros y él esbozó una sonrisa antes de tirarme una palomita, la cual cayó en mi boca. Y ahí dio comienzo nuestra batalla de comida, la cual no duró mucho porque las palomitas que quedaban eran muy pocas. Nos sentamos en el suelo entre risas mientras masticábamos la comida que habíamos conseguido encestar en la boca del contrario. Habían pasado varios meses desde que conocí a este chico, era un amor. Dayron me había vuelto a dejar de lado, esta vez por Jade. No sé si me dolía más que me ignorase o que se fuera con aquella. Luego estaba el gilipollas de mi hermano el cual estaba en una cita con Mae. En fin. Me tumbé sobre la moqueta y Hadrien me acompañó, me giré sobre mí costado izquierdo para mirarlo, el cual sonreía de oreja a oreja. Me encantaba su humor, siempre era así conmigo, todo sonrisas y palabras amables. No podía evitar pensar que no me merecía su amabilidad en absoluto, y eso me entristecía.
-¿Sabes que le gustas a Shara, no?- pregunté mientras me apoyaba sobre la mano izquierda.
-No... me he fijado.- dijo con indiferencia.
-¿Por qué no lo intentas con ella? Creo que haríais buena pareja.- dije esbozando una sonrisa.
-No es mi tipo.- dijo encogiéndose de hombros mientras me pasaba un mechón de pelo tras la oreja.
-¿Y cuál es tu tipo, Romeo?
-Uhm... Adorable, sensible... Rota... Pero a la vez espeluznante, no sé si me explico. Que no le asuste un poco de sangre o cosas por el estilo.
-¿Una chica con la que puedas ver películas de miedo?
-Algo así. Piel pálida, labios rojo sangre, pelo oscuro, pequeña...- dijo él comenzando a "irse" de aquella situación y entrando en su imaginación para admirar su imagen de chica perfecta.
-Eh, don Juan, despierta, que te nos vas.- dije chasqueando los dedos frente sus narices.
Él parpadeó asustado, no pude evitar reír, a lo que él se acabó uniendo. Y así pasamos la tarde, riendo, hablando, rodando por el suelo en mi caso. Cuando estaba con él era el único momento del día en el que sentía que podía ser yo misma sin miedo a ser juzgada, porque sabía bien que él no sería quien lo hiciera. Rodó una vez más por el suelo para acercarse a mi y me abrazó. En sus brazos me sentía segura, a salvo, como si nada ni nadie pudiera hacerme daño. No es que no quiera, no me malinterpretéis, pero temía estar enamorándome de él, y eso me daba miedo. Me asustaba que él me hiciera daño, o más aún que yo le hiciera daño a él. No siempre era todo de color de rosa, y digamos que cuando quiero algo, tiendo a destruirlo y reducirlo a cenizas.
-Me sigues debiendo unas clases de piano.- dije tornando un poco mi cara hacia él.
-Uhm... es verdad.- dijo en un tono cariñoso mientras se acomodaba en mi espalda- Te prometo que la próxima te enseño, enana.- noté cómo esbozaba una sonrisa a pesar de que no podía verlo.
Sus manos se abrieron paso hacia las mías para entrelazar nuestros dedos, haciendo así que me sonrojara automáticamente y que mi corazón comenzará a bombear sangre a un ritmo muy alto. Mierda. No. Jo, piensa en cosas feas, cosas tristes, no te pongas cariñosa, no, eso es malo. Mae. Sí, eso, piensa en esa zorra. Dios. Qué asco le tengo, estúpida zorra de mierda, ¿cómo se atreve a alejarme de nuevo de mi hermano? Supongo que mi compañía no merece la pena, tal vez sea eso por lo que Dayron pasa de mí y mi hermano va con ella, sí, tal vez sea eso, un peso, una carga, tal vez no valga la pena. Por algo mis amigos se alejaron de mi y fueron con Mae. Por algo mi padre se suicidó. Porque no querían estar cerca de mí, y la verdad es que lo veo normal, ¿quién querría estar conmigo? Soy un desperdicio de oxígeno. Fue entonces cuando algo me sacó de mis pensamientos.
-Te quiero.- susurró el chico en mi espalda- y no dejaré que nadie ni nada te vuelva a dañar.- prosiguió.
Su tono no era como el anterior, este era más... relajado y meloso. Me giré un momento y pude ver que estaba dormido. Me había dicho aquello en sueños.
Holaaap, siento haber tardado tanto en actualizar y siento que este capítulo sea tan corto, pero es que para qué mentir, no tengo ideas, bueno sí las tengo, pero para empezar nuevas historias, pero no para seguirlas, lo siento mucho, de verdad.
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Psychopath
РазноеNunca había experimentado el amor. Lo único que conocía hasta el momento en el que lo conocí era una cosa: el desprecio. Nunca fui lo suficiemtemente buena. Él me hizo sentirme importante. Me devolvió las ganas de vivir. Siempre había sido la amiga...