Explicaciones - Capitulo 4

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  Al Día Siguiente.

_(Narra Samuel)_

Me desperté en el sofá de mi casa, eran las 12:35, intente recordar el como había llegado ahí, luego recordé a Guillermo, que habrá pasado con él, tenía curiosidad me levante, me di una ducha tome mi mochila y fui al hospital, también quería preguntarle un par de cosas.

Al llegar pedí el número de la habitación y me dirigí hacia allá, al entrar vi que Guillermo seguía dormido, me senté en una silla que había y me distraje un poco con el móvil, paso una hora y un doctor entro a la habitación se sorprendió al verme ahí y luego me hizo una pregunta

-Eres un familiar de Guillermo?

-Emm... pues soy... su amigo-la verdad no sabía que decir, apenas nos habíamos hablado ayer por primera vez

-Está bien, no sé si sabrás, pero tuvimos que operarle y hacerle una limpieza estomacal, ya que las píldoras que tomó le dañaron el estómago, estuvo cerca de la muerte, no sé si podrías llamarle a sus padres, nosotros no tenemos el número de ellos

-Claro-dije, pero la verdad no tengo idea de quienes son o como comunicarme con ellos

-Bien, nos vemos, veo que está en buenas manos contigo...-dijo esperando que yo le dijera mi nombre

-Samuel, Samuel de Luque y ¿usted es?

-Eric Foreman, bueno, nos vemos-dijo saliendo de la habitación

Pasaron un par de horas, yo me quede observando a Guillermo y pensando en su nota, se quería suicidar, pero ¿que tanto ha sufrido como para llegar a aquel extremo?, yo también he pasado malos momentos, en la escuela, con mi familia, amigos, pareja, y he llegado a pensar en esto, pero luego recuerdo lo que me decía mi madre cuando era pequeño y lo pasaba mal "Recuerda, después de la tormenta siempre viene la calma", y siempre pensaba en eso, esperando a que llegue la calma, de repente una voz me saco de mis pensamientos

-Qué?, do...dónde estoy?-pregunto Guillermo un tanto confundido

-Pues estas en un hospital

-Qué?, p...pero...!¿porque?!

-Pues porque yo te traje aquí, después de tu intento de suicidio

-Pero si yo quería morir!-dijo un tanto molesto

-Ya lo sé, eso hace la gente cuando quiere morir, pero te digo de una vez que eso no vale la pena, no existe razón para hacer eso, simplemente serias un cobarde que no se quiere enfrentar a los problemas que da la vida-dije seriamente

-Ya me he enfrentado por más de dos años a los "problemas de la vida", y mi vida sigue igual de mala o incluso peor!, ya he soportado mucho y ya no aguanto más, ¿es que acaso no leíste la nota?!-pregunto Willy un poco alterado

-Sí, ¿a qué te referías con "no ser normal"?

-Pues yo no tengo a mis padres como todos los demás, fallecieron hace... como dos años, no tengo amigos, no le caigo bien a la mayor parte de mis compañeros y eso solo por una razón-dijo Willy un tanto triste

-¿Cuál es?-pregunte, ya me había dejado con la duda

-Pues... no sé si me golpearas como los demás, pero yo soy gay, los del aula creo que son homofóbicos, aunque no entiendo del todo ese asunto, ¿y tú me odias?

-Pues... te puedo decir que para mí sigues siendo una persona normal, pero con gustos distintos, la gente suele creer que todos tienen los mismos gustos en cuanto a las personas. Imagínate un grupo de 6 canicas blancas, cuando ellos se enteran de que tienes un gusto distinto para ellos eres totalmente distinto, una de esas canicas cambia de color blanco al negro y al no ser igual las demás intentar expulsar a la negra, la cual finalmente queda sola, mientras que las blancas tienen su grupo donde todos son iguales, pero si te das cuenta no todas las canicas que existen en el mundo son iguales, así que lo que tiene que hacer la canica negra es encontrar un lugar donde encaje, pero como ya dije no todas las canicas son iguales, así que va a costar trabajo encontrar otro grupo donde haya canicas iguales, pero no a fuerzas tiene que ser así, puede estar en un grupo donde todos son diferentes, hay canicas rojas, verdes, amarillas, moradas azules, blancas y negras, esas son las personas a las que no les importa los gustos de otras personas, si no su forma de ser-dije intentando explicarle un poco

-Wow, ¿cómo es que tú sabes tanto de eso?

-Eso no importa ahora, lo que importa es que entiendas lo que tienes que hacer, no te intentes quedar con el grupo de canicas blancas, busca un lugar donde encajar

-Lo que pasa es que ya me canse de buscar-dijo sin ánimos

-No te rindas, yo también he pasado por cosas malas, y también he tenido ganas de rendirme pero siempre que estoy a punto de hacerlo me llega el pensamiento de "y si sigo un poco más?, y si falta poco para encontrar lo que quiero y me estoy rindiendo ahora", y te puedo decir que eso me ha ayudado bastante-dije intentando animarlo un poco

-Sí, pero tú y yo no somos iguales-dijo mirándome un tanto serio

-Pero no somos tan distintos-dije para sepa que en realidad nos parecemos un poco

-...-Él se había quedado sin palabras

-Tengo otra pregunta que hacerte, ¿de dónde sacaste la receta médica para las pastillas?, entiendo si es que no la quieres responder-dije tranquilamente

-Mi padre... era médico, dejo su talonario medico en casa antes de que falleciera, me lo quede y solo lo he usado dos veces, lo único que tengo que hacer es escribir los datos y hacer mi letra parecida a la de un doctor y listo-dijo como si le costara decir eso

-Para que lo usaste la primera vez?

-Pues después del fallecimiento de mis padres me sentía muy mal y no lo soportaba así que "me prescribí" unos antidepresivos, seguí todas las instrucciones de la etiqueta, pero solo las tomaba cuando me sentía realmente mal, aún tengo el frasco, le queda más de la mitad-dijo sonriendo forzadamente

-Bien, ya son las... 5:09 pm, lo siento, pero me tengo que ir, descansa-dije levantándome y saliendo de ahí, pero antes de cruzar la puerta su voz me detuvo

-Vas... vas a volver mañana?-preguntó con voz esperanzada

-Mañana es Lunes y tengo que quedarme hasta tarde en el instituto, pero el martes vendré sin falta-dije intentando que se sintiera mejor

-Está bien-dijo un tanto decepcionado, pero a la vez alegre

Salí de ahí y me fui a la casa de mi madre, ella quería que la fuera a visitar siempre que pueda, de preferencia los fines de semana, llegue a la casa y desee con todas mis fuerzas que mi padre no estuviera, toque el timbre, y a los pocos segundos abrieron la puerta, era mi madre, así que le di un abrazo, me dejo entrar a la casa y nos fuimos al comedor para comenzar a platicar, me hacia las típicas preguntas de madre ¿Has comido bien?, ¿Cómo te ha ido?, ¿Estas cuidando tu salud?, pero me gustaba el hecho de que le interesaba mi bienestar, pasamos así una hora, cuando paso lo que yo menos quería, mi padre entro a la casa, saludo a mi madre felizmente, cuando me miro se le borro la sonrisa de la cara, se fue a su habitación, mi madre solo rodó los ojos

-Nunca va a olvidar eso verdad?-pregunte un poco triste

-Lo decepcionaste, es como si estuviera plantando una semilla de un manzano, cuidándola a diario y poniéndole toda su atención, pera que finalmente resulte que era una pera-Dijo mi madre intentando explicarme

-Sí, lo sé, pero si te das cuenta no fue solo eso, sino que también le decepcionaron mis acciones-dije un tanto triste

-Intenta no pensar en eso, algún día lo superara-dijo mi madre

La plática siguió sin más interrupciones, finalmente cuando ya era muy tarde me fui a mi casa a dormir, ya que mañana tendría que ir al instituto.

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Hasta aqui el capitulo, espero que les haya gustado, y nos vemos hasta la próxima que vuelva a escribir un capitulo (esperemos que sea pronto :b) adiós :D

KVP01


Suicida | Wigetta (+17)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora