Era el final, mi última hora pero primero tendría que hacer algunas cosas, disculparme por lo que iba a hacer y esperar ser perdonada, por no haberles contado mis problemas por no haberle dicho a nadie y me iba a sentir más culpable de no haberle dicho a tiempo que no se fuera que se quedara aquí conmigo que yo lo necesitaba pero ya era demasiado tarde. Esta enfermedad me tenia atrapada, limitada, limitada a hacer muchas cosas como, amar por temor a ser rechazada, a ser como los demas a ser normal. Los apodos no faltaban, los chicos nunca se habían interesado en en mi... hasta ahorita, pero ya conocía como eran no me querían y mucho menos me amaban sólo me querían por como soy en la superficie, ahí fue cuando se fueron tornando las cosas donde yo enserio pensé que as cosas iban a cambiar por el bien que ya no iba a ser rechazada que ya no iba a ser la niña rara que se sentaba sola en la hora de comida ya no iba a ser la única en el colegio que no... que no conocía a sus padres.