Gumball

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Fionna

Desperté con la luz entrando por la ventana nuevamente, al igual que todos los días

Hay veces que todo puede ser tan cliché en mi vida... Tengo que empezar a cambiar eso

Me levante y mire a mi alrededor, nada fuera de lugar... Como siempre. El reloj apuntaba las 9 a.m.

Me acerque al armario y saque una sudadera blanca, unos jeans y unos converse. Me lo coloque y amarre mi cabello en una coleta alta.  Tomé mi movil, que se encontraba en mi mesita de noche, y lo guarde en uno de mis bolsillos

-¡Finn, voy a salir!- Grité saliendo de mi cuarto, por la puerta de la habitación de Finn apareció él aun en  su pijama azul con el pelo alborotado restregándose los ojos

-¿A dónde vas?- pregunto aun un tanto adormilado 

-Iré a dar una vuelta al parque... ¿Vienes?- él negó

-Dormiré otro rato... Regresa antes de las 12, así desayunamos juntos- me sonrió 

-Sip- Asentí sonriente -Adiós, te quiero- bajé las escaleras

-Igual- Finn gritó para que después se escuchara como entraba y cerraba la puerta de su habitación.

Corrí a la cocina, puse una tostada en el tostador, saque jugo de la nevera y serví todo rápidamente, obviamente no me iría con el estomago vacío. Ademas le serví comida a Cake en sus platos. En menos de 15 minutos ya me encontraba saliendo de casa.

Una vez afuera comencé a caminar en dirección al parque. El día se encontraba fresco, con sol pero un poco de brisa. 

Ya dentro del parque me senté debajo de un árbol,  alrededor de esté habían unas cuantas plantas y el pasto era abundante, ademas, una pequeña barda de ladrillos grises se encontraba a su derecha, unos metros alejada del árbol. Esa pequeña zona era perfecta para simplemente acostarse y dizfrutar del panorama.  

Justamente eso hice, me acosté boca arriba y cerré  los ojos.

El único sonido que captaba era la brisa y alguna que otra persona que pasaba, ¿Qué les puedo decir? Un domingo en la mañana rara vez hay gente pasándose por las calles.

-Hum... Disculpa- Abrí mis ojos encontrándome con un chico un poco alto, pelo pelirrojo casi rozando el rosa, vestido con una sudadera roja, unos jeans celestes y tenis iguales que la sudadera. -¿Puedo sentarme?- Pregunto educadamente apuntando a mi lado 

-Si, claro- Le sonreí y me senté recargándome en el árbol. Él agradeció y se sento de la misma forma que yo  a mi lado, claro, guardando un poco las distancias.

-¿Cómo te llamas?- Pregunté volteando a verlo. Él, que tenía su mirada posada en  un libro que llevaba, me miró 

-Gumball- contestó sonriente -¿Y tú?- 

-Me llamo Fionna- Le sonreí igualmente  

-Que lindo nombre- un leve rojo carmesí apareció en mis mejillas

-Gracias...- dije en un tono casi inaudible, pero él pareció escucharlo.  Además su sonrisa se transformo tierna al ver mi sonrojo.

-No hay de que, señorita-

Seguimos hablando un gran rato. Gumball era muy amable y tierno, cada que podía me hacía un cumplido y eso causaba un pequeño sonrojo en mis mejillas.

Conversamos de diversas cosas.  Me contó que tenía 16 años recién cumplidos, un año y cacho mas que yo, estaba cruzando bachillerato y recientemente se había mudado a la ciudad.

Opuestos [Fiolee] ~Cancelada~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora