Fionna
-¡¿Por qué no me dijiste que Mitsuo y tu eran hermanos?!- Me quejé dando vueltas a la habitación mientras Marshall solo me miraba sentado en la ventana.
-No quería hacerlo...- suspiró -No...No lo soporto- Marshall se veía muy calmado para lo que acababa de pasar.
Cubrí mi cara y me lance boca arriba a la cama.
¿Cómo podría ver a Mitsuo a la cara después de eso?
-Humana...- Sentí como Marshall se me acercaba poco a poco.
-Déjame- Murmuré aún sin mirarle.
-Vamos, no te molestes- insistió.
-He dicho que te vayas- Dije subiendo mi tono de voz molesta mientras alzaba una mano y la movía indicándole que se fuera.
-No te dejaré sola- Dijo una vez más.
-¡Marshall dije que te largues!- Casi grité. Unos cortos segundos el silencio reinó en la habitación hasta que escuché el crujido de algo al romperse. -¿M-Marshall?- Pregunté sentándome en mi cama una vez más.
Miré a mi alrededor, Marshall ya no estaba aquí, pero el espejo estaba roto.
-No...- Murmuré nerviosa levantándome de la cama y acercándome casi a zancadas al espejo -No, no, no, no, no, no, no...- Seguí murmurando mientras tocaba las grandes grietas que tenía el espejo.
¿Había sido Marshall quien lo rompió? ¿Se molestó de que lo echara y por eso lo hizo?
Cubrí mi boca nerviosa, probablemente Marshall debería estar muy molesto como para haberlo hecho...
Me senté en el suelo frente al espejo.
-Perdón, perdón, perdón- Murmuré -N-No era m-mi intención... Y-Yo...- Me quedé sin palabras. Era tonta, el debía de tener motivos para no haberme presentado a Mitsuo, no debí echarlo de esa manera .
( . . . )
-¡Deja de decirme que estás bien!- Se quejó Anna -¡Sé que no lo estás, deja de mentirme!- Ella había estado toda la mañana intentando que le dijera que era lo que me pasaba. Definitivamente no podía decirle.
-Ya te dije que no pasa nada- Dije sin dejar de sonreír, fue la única persona que, a pesar de verme sonriendo, sabía que me pasaba algo.
-Fionna...- Me miró frunciendo el ceño -No puedes engañarme con una simple sonrisa-
De repente me llenaban las ganas de decirle, de poder compartirlo con alguien...
¡Pero es que no podía ni si quiera mencionarle una palabra de eso!
-¡Claro que puedes!- Respondió de repente para después cubrir su boca.
-¿Qué?- Le pregunté sumamente confundida.
-E-Eh... Y-Yo...- Nerviosa, mordió su labio inferior mientras desviaba la mirada a diversos lugares solo evitando la mía.
-Anna...- Comencé a decir acercando mi mano para tomar su hombro.
-¡Tengo que irme!- Dijo rápidamente haciendo que casi no se le entendiera alejándose de mi agarre -¡Ya nos veremos luego, Fi!- Volvió a decir de la misma manera
-Huh... Esta bien...- Murmuré aunque sabía que ella no podía oírme.
( . . . )
-Estoy en casa...- Grité entrando.
-Hola Fi...- Dijo Cake mirándome desde el sofá donde se encontraba sentada.
-Hola Cake- Me acerqué y acaricié su cabeza ganándome su ronroneo.
-¡Hola Fi!- Gritó Finn desde la cocina -¿Te parece comer pizza hoy?-
-Hum... Vale- Le grité de vuelta -¡Estaré en mi cuarto!-
-Ajá...- Me respondió restándole importancia al asunto.
Abrí lentamente mi puerta asomando poco a poco mi cabeza, seguía sin haber nadie dentro. Al entrar por completo cerré la puerta detrás de mi, el cuarto se sentía mucho más frío que siempre.
Tiré mis cosas sobre la cama y me acerqué prácticamente corriendo al espejo con la esperanza de que todo lo de ayer hubiera sido tan solo mi imaginación, pero no, la grieta seguía allí.
La única diferencia era que, extrañamente, el espejo ya no mostraba ningún reflejo, se había puesto totalmente negro.
¿Marshall podría seguir pasando a través de el? ¿Podría seguir viniendo?
Me sentía tan arrepentida... En serio no debí de haberle gritado... ¡Es que soy tonta!
Escuché el crujido de algo contra mi ventana, me acerque a esta y mire a través de ella, abajo de esta, a los pocos metros, estaba Anna con un puñado de piedras en la mano, al notar que la veía, sonrió, tiró las piedras al suelo y agitó sus manos en forma de saludo.
Solté una pequeña risa y abrí la ventana.
-¿Qué haces allí?- Le pregunté inclinándome un poco hacia afuera.
-Solo venía a buscarte.- Sonrió.
-Por mi ventana- respondí en un tono ligeramente sarcástico.
-Sip- respondió ella como una niña -¿Puedo entrar?- preguntó.
-Si, entra- me alejé de mi ventana. Para cuando me dí cuenta, Anna ya había entrado por la misma.
-¡Holaaaaa!- Saludó demasiado animada a mi parecer. Solté una ligera risa.
-Hola- Saludé de vuelta mientras sonreía.
-Tu cuarto huele a chocolate...- Comentó cerrando ojos e inhalando repetidas veces. La risa me invadió. -¡Es la verdad!-
-Ya, ya...- Dejé de reír -Es que nunca me lo habían dicho- Anna se comenzó a pasear por mi cuarto inspeccionándolo.
-¿Qué le pasó?- Preguntó apuntando el espejo que permanecía roto y completamente negro.
-Eh... Pues... Era un...-
-Sin mentiras- Me interrumpió antes de darle mi escusa.
Esto sería difícil...
HOLA!
*Le tiran tomates*
Perdón por haber estado inactiva :c
¡Para compensarlo les he traído un capitulo salseante y largo!
POR CIERTO, YA LLEGAMOS AL 1K DE LEÍDAS :'D
Gracias en serio :)
¿Quieren que haga especial o algo?
Pónganlo en los comentarios
GRACIAS TAMBIEN POR TODO SU APOYO ESTOS DÍAS
Bueh eso es todo
Bais
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Opuestos [Fiolee] ~Cancelada~
DiversosToda su infancia soñó con los personajes ficticios. Con luchar con monstruos y salvar el día como los personajes de sus cuentos Pero es diferente soñar que vivir y conocer a alguien completamente opuesto a ti