¿Amigos? Mala idea.

1. De vuelta a la rutina.

Desperté al sentir un fuerte dolor en la cabeza. Al abrir los ojos me di cuenta de que me había caído de la cama.
Genial, Sara, hasta durmiendo eres torpe.
Trate de levantarme pero tenia las piernas enrolladas en las sábanas.
Maldición, porque me pasan estas cosas a mi?
- Que estas haciendo? - escuchó una voz proveniente desde la puerta.
Alex, mi hermano mayor, me miraba desde la puerta intentando aguantar la risa.
- Ayudame en lugar de estar allí mirando!
- Y perderme la diversión de verte retorciendote como un gusano? Va a ser que no!
- Idiota!
Alex comenzó a reírse mientras yo me debatía en el suelo para poder liberarme las piernas. Le fulminó con la mirada y le enseño el dedo medio con una mueca de ira.
- Hay pero que grosera! Venga espabila, que sino llegamos tarde a clase.
Cuando Alex se marchó, logre por fin desenredarme las piernas de las sábanas, y salí corriendo hacia el baño.
Tras la ducha, me vestí con lo primero que vi, decente, en el armario.
No era un chica que se pasaba horas y horas delante del closet, para elegir el " modelito perfecto". Digamos que para que yo me pusiera un vestido o una falda tendrían que torturarme primero.
-¡Sara, date prisa, vaga!
H

ice una mueca de disgusto al escuchar la voz de mi hermano; por un momento pensé en quedarme allí hasta que llegara la hora de irnos pero deseche la idea al darme cuenta de que Alex era capaz de dejarme tirada en casa.
Agarre la mochila y baje las escaleras corriendo. Nada mas entrar en la cocina, mi móvil comenzó a vibrar enloquecido.
Paso a buscarte en cinco minutos, Harry <3
Sonreí ante ese mensaje. Me sentía realmente afortunada de poder contar con la amistad de Harry. Era un amigo tan necesario como el aire: si no esta sientes que el mundo se desvanece, si esta te sientes tan feliz y alegre que deseas que los días nunca lleguen a su fin.
- ¿Y esa sonrisa boba? - pregunto Alex bebiendo su café.
- Hoy voy con Harry.
- ¿De verdad? ¡Menos mal! Así me ahorro estar cerca de ti.
Lo fulminó con la mirada y cuando estoy a punto de contestarle la bocina de un coche me interrumpe.
Agarro un cruasán y, tras despedirme de Alex, salgo por la puerta.
La sonrisa con la que Harry me recibe hace que mi corazón de acelere desmesuradamente.
Mierda. ¿Que es eso que siento en el pecho?