─ ¿Podrías quitar esa cara? ─le dije a Kean desde la entrada.
Estábamos a punto de irnos y él simplemente nos miraba a Aidan y a mí como si fuese la última vez que nos volvería a ver.
─No tuviese esta cara si me dejaran ir con ustedes ─contraatacó.
Suspiré.
─Sabes exactamente la razón por la cual no estoy dejándote ir con nosotros ─le recordé.
─Sí, sí ─dijo fingiendo irritación─, para mantenerme a salvo.
─Exacto. Esta es una pelea entre Aidan y yo, no podemos dejar que nadie más se ponga en peligro por nuestra culpa además de nosotros mismos. Y eso ya es lo suficientemente difícil.
─Y la única razón por la que yo estoy yendo con ellos es porque el señor Harris lo quiere así ─le explicó Preston─. Él me mandó a escoltarlos hasta allá para que ni si quiera se les ocurriese desviarse en el camino.
─Si no fuese por eso no lo dejara ir con nosotros ─apunté tanto para Kean, como para Linda y Preston.
Por consentimiento de todos Timmy se encontraba ahora mismo jugando en su habitación. Hubiese sido muy complicado tenerle que explicar por qué nos estábamos yendo y Linda aseguró que se le ocurriría cualquier cosa para decirle más tarde.
─Sí, lo sé ─Kean suspiró─. Solo...
─Estás preocupado ─dijo Aidan comprensivamente.
─Por supuesto que lo estoy.
─Vamos a estar bien ─lo tranquilizó─. Fuimos entrenados por los mejores, ¿recuerdas?
Pude ver a Kean sonreír, lo que me hizo sonreír a mí.
─Además, ─prosiguió Aidan─, ¿Quién sino tú irá a visitar a Jake y mantendrá un ojo en él mientras no estoy?
─De acuerdo ─Kean fingió rendirse─, me tienes ahí.
─Bien ─Aidan sonrió satisfecho.
─Tenemos que irnos ─nos recordó Preston.
Me acerqué a Linda y tomé sus manos entre las mías.
─Gracias por todo.
─No tienes que agradecerlo, eres importante para Preston y ahora también lo eres para Timmy y para mí ─ella me dio un apretón─. Y no necesito desearte suerte porque sé que eres una mujer fuerte y vas a hacer todo lo que esté a tu alcance para regresar a casa.
Sonreí y la envolví en un fuerte abrazo antes de alejarme y dejar que Preston llegara a ella.
─Yo también voy a regresar ─le aseguró él antes de besarla.
─Nosotros también lo haremos ─me dijo Aidan mientras me abrazaba por la espalda y dejaba un beso en mi coronilla.
¿Lo haremos?, no pude evitar preguntarme, porque lo que tenía planeado no aseguraba de que eso fuese posible. Y la sensación de que algo no iba a salir bien seguía resonando dentro de mí.
***
Unas horas después, Aidan y yo, con Preston a unos pasos detrás de nosotros, caminábamos por la carretera. Reconocía cada entrada, cada poste y cada árbol.
Abandonamos la carretera principal por un camino que una vez más reconocía muy bien y pronto llegamos a una mansión. La mansión de la muerte. La mansión Harris.
─ ¿Estás listo? ─pregunté.
Aidan tomó una respiración profunda antes de responder.
─Sí, lo estoy.
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Enfrentando Al Destino (Destino #3)
ActionEsta novela, secuela de Huyendo Del Destino y tercer libro de la trilogía Destino, es narrado desde el punto de Felcity y Aidan. Dos protagonistas que se abrieron el uno al otro y descubrieron sus secretos; y aquello que los amenazaba con separarlos...