Emily

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Estaba nervioso. Pasé mi mano por mi boca para limpiar la humedad de la cerveza. Vi a Emily en mi puerta. Creo que mi madre se había ido a algún lado por que nadie abrió. Emily estaba sentada en los escalones frente a la entrada de mi casa. Continué caminando y me acerqué.

–¡Que bueno que llegas Phill!– se levantó y me abrazó.
–Quería disculparme por como actué cuando estaba contigo– dejó de abrazarme.
–No te preocupes, ya se me olvidó– toqué su cabello.
–Que bueno, es que en realidad eres parte de mi vida y es difícil si no estás conmigo o nos peleamos, solamente por no saber manejar nuestra amistad– colocó sus manos en mi pecho.
–Tranquila Emily, sólo tienes que entender que lo que siento por ti es diferente. Tú me gustas mucho y cada vez que me miras quiero besarte y no dejarte ir, pero esas cosas pueden cambiar. Coloqué mis manos en ambos extremos de su rostro y besé su frente.
–Eso quería decirte, creo que sí, tú también me gustas mucho– levantó su mirada.

La tenía entre mis brazos y la miré también.

–¿Sabes desde cuando quise escuchar eso?– quedó acorralada entre mis brazos contra la puerta.
–Hueles a cerveza.
–Sí, es que luego de que me dejaste caminé hasta la playa y me encontré con Stacy. Le conté sobre mis sentimientos por ti y ella me aconsejó. Luego fuimos por unas cervezas y al final la acompañé a su casa.
–¿En serio? Y ¿La besaste como a mí?– salió de mis brazos.
–No te pongas celosa, sabes que estoy enamorado de ti
–¿Y tú qué hiciste con Leo?– pregunté.
–Le dije que no quería ilusionarlo y que sólo quería ser su amiga, él intentó besarme, pero luego comprendió– su sinceridad fue como una estaca clavada en mi corazón y decidí ser sincero.
–Bueno, pues sí, yo. Yo besé a Stacy, pero fue rápido, realmente fue una confusión de tantas decisiones contradictorias que haz tomado entorno a nosotros, te quiero a ti.
–Phill, no puede ser, sé que en parte es mi culpa, pero...
–Emily, lo siento mucho, pero fue algo confuso, no volverá a pasar– mis ojos se humedecieron y tomé sus manos.
–Phill, está bien, pero te diré otra cosa.
–Dime, estoy dispuesto a lo que sea por ti– se formó un nudo en mi garganta.
–Me gustaría ir contigo al Prom– sonrió y sus palabras me hicieron el chico más feliz en aquel momento sin saber que eso implicaría que algo feo se acercaba a nuestras vidas.

Sus ojos azules brillaron. La abracé y la rodeé con mis brazos por la cintura. De la misma manera la levanté y dí vueltas con ella. Luego la bajé y ella sonrió. Besé su sonrisa y luego Emily dejó de sonreír para besarme. Paseó su mano por mi pelo y abrió los ojos aún besándonos. También hice lo mismo.

–Me encanta esa mirada– susurró Emily en mis labios.

Mordió mi labio suavemente y culminó el beso.

–¿Quieres ir por un helado de chocolate?– nos tomamos de la mano.
–Sabes que me encanta el chocolate, osea, sí– la sujeté de la mano, con felicidad, miedo, un universo de sentimientos se abrió en mi pecho. Esto sólo lo provocaba ella, la responsable de la expansión y reducción de ese universo.

Capítulo 12 >>>>>>

Estoy enamorado de mi amiga [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora