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PVO'S Jem

Llegue cansado y exhausto al árbol, en el que Jules siempre leía por las tardes. A lo lejos divisé una figura que se encontraba hincada debajo de él. Me acerqué rápidamente y puede ver a Jules con las manos sobre su rostro. — Sabía que estarías aquí— dije despacito.

Ella apartó las manos y me miró sobresaltada. Se tardó unos segundos en reconocerme debido a la obscuridad de la noche —¿Q-qué haces t-tu aquí?— pregunto entre lágrimas. Sus hermosos ojos azules estaban apagados y los cabellos dorados se pegaban a su rostro, me dolía tanto verla así.— Ándate no te necesito—espetó y volvió a poner las manos sobre su rostro.

Me senté a su lado esperando que ella no saliera corriendo— Vine para verte ¿acaso lo tengo prohibido?

No apartó las manos de su rostro pero respondió— Si, si lo tienes.

— Mmm... ¿Sabes? Hace una noche muy bonita, Jules, que tal si volvemos y...

—¡No!— me interrumpió apresurada y sacando las manos de su rostro— No quiero volver a la fiesta.

—¿Porque?

— Porque... porque... Agh... ¿Sabes que?
mejor tú vuelve y déjame tranquila.

— Es la fiesta de tu mejor amiga Jules, ella...

—¡No me importa Kenzie!— grito enojada y se levantó del suelo— ¡No me importa Kenzie ni su estúpida fiesta!

La paciencia se me estaba agotando, me levante al igual que ella— ¡¿No te importa Kenzie?!— grite— ¿Acaso te estás oyendo Jules? ¡Estas despreciando a tu amiga! Y ni siquiera porque ella te haya hecho algo malo ¡Sino, porque no quieres volver a su fiesta y encontrarte con Jackson! ¡Afronta la situación de una buena vez Jules!

— ¡Tu no sabes nada!— me gritó devuelta

— ¡Entonces de muéstralo y vuelve a la fiesta!

Sé que me pase al gritarle. Pero estoy enfadado. Ella no debería ignorar a gente que lo único que hace es quererla. Ella no puede dejar a su mejor amiga sola, en su fiesta de cumpleaños, solo por no ver a su ex. Ella no piensa en más que en sí misma.

— No lo haré— sentenció— ¡Ahora largo!— señaló con el dedo hacia una dirección desconocida.

— ¡Agh! ¡Porque eres así! Tan... Tan...¡egoísta!

— Egoísta ¿Yo?

— ¡Si! ¡tú! — la recrimine— Primero me pides que seamos amigos cuando yo por fin estaba consiguiendo olvidarte. Luego cuando admito lo que siempre sentí, me dejas de hablar sin razón, en ves de decir "¿Sabes que? Yo nunca quise confundirte, pero lo siento, a mí no me gustas" Y cuando por fin consigo que me hables de nuevo ¡Me pides tiempo! ¡¿Tiempo para que?! ¡Para volver a llorar por ese imbécil!

No dijo nada. Solo se volteó.

Después del momento de furia que tuve, y de calmarme un poco, empecé a razonar mis palabras... Ay Dios, que había hecho.

Es cierto, si. Todo lo que había dicho es cierto. Pero yo nunca estuve en desacuerdo con eso. En esos momentos nada me importaba más que Jules... No me importaba, que me pidiera o si me manipulaba a su gusto... Yo simplemente quería verla feliz... Yo simplemente quiero verla feliz.

—Jules...— dije en tono bajito y arrepentido— Jules, yo..

— No digas nada... Tienes razón. Debí dejarte que te olvidaras de mi.– Se dio la vuelta y sus ojos azules y apagados me vieron nuevamente— Porque al fin y al cabo lo único que sé hacer es producir dolor.

— No Jules, tú...

— Eres libre Jem.— Me interrumpió.

—¿Qué?

— Que eres libre. No te voy a retener. Ya no.

— Jules no te entiendo...

— ¡Qué puedes irte! ¡Yo solo causó dolor! ¡Por eso nadie puede quererme! ¡Ni siquiera un idiota como Jackson! ¡Ahora largo! ¡Antes de que te lastime a ti también!

Tome aire. ¿Qué podía decir para arreglar las cosas? No quería dañar la situación más de lo que ya lo había hecho. Rebusque en mi mente las tantas cosas que quería decirle cuando escribía esas notas y las pegaba en su pupitre, esas palabras que jamás iba a decirle en persona o escribírselas; pero había llegado la hora de rebelarlas. — ¿Jules se puede estar enamorado de ti?

Ella me miró extrañada por el cambio tan brusco de tema, pero respondió— No lo creo.

Me acerqué lentamente a ella y observaba como sus ojos se abrían como platos ante mi cercanía. Ella retrocedió varios pasos mientras yo avanzaba otros cuantos. A la final el tronco del árbol detuvo a Jules y yo la aprisione contra él.

Estando muy cerca de ella puede ver mejor su belleza. Como por ejemplo; sus rasgos definidos y a la vez suaves realzaban su pequeña nariz, sus hermosos ojos azules que mostraban sorpresa y sus mejillas que se tornaban de un rosa muy claro.

Una brisa fría de viento paso. Y un mechón rebelde de su cabello dorado cubrió la mitad de su cara. Quite una mano del tronco y con la otra acomode el rebelde mechón detrás de su oreja. Mi vista cayó en sus labios, tan rosados y lindos...— Pues te equivocas Jules. Yo lo estoy. Estoy muy, muy, muy enamorado de ti. Tan enamorado que daría todo lo que tengo con tal de verte sonreír. Perdóname por haberte gritado, pero estaba tan cegado, por la ira que sentía al saber que tú seguías sufriendo por el idiota de Jackson...— Jules soltó una pequeña risita y yo la mire extrañado— ¿De que te ríes?— inquirí en tono tranquilo.

— Estas celoso— confirmó con una sonrisa— ¿Eso quiere decir que me quieres?

Sonreí como un niño en Navidad. Retire mis dos manos del árbol y abrace a Jules por la cintura. Acerqué mi cara a su cara y me atreví a hacer la mayor locura que he hecho en toda mi vida.

La besé.

Hasta luego, acosador (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora