Hasta luego, acosador (#2)

Final

PVO'S Jem:

Mire el reloj, pero al segundo de haberlo hecho, me di cuenta que fue mala idea.

5:30

¡Ya llevo media hora sentado aquí como idiota!

— ¿Esperas a alguien?

Me sobresalté en mi asiento, mientras el chico de ojos verdes y sonrisa de súper modelo, me miraba directamente.

No sé si fue su sonrisa muy amplia o por sus ojos bien abiertos, o simplemente el hecho que tenía un cono doble de helado sobre la cabeza. Pero me insípido confianza.

— Bueno... Se podría decir que así era... Pero creo que ya va siendo hora de irme.

El chico sin pedir permiso de nadie, se sentó a mi lado y apoyó su codo en el respaldo de mi silla.— ¿Problemas en el amor, eh?... Por tu mirada podría decir que se trata de una rubia... Aja, si, eso pensaba. También puede decirse que ella le tiene miedo a las relaciones o algo así, pero tú estás tan enamorado que puedes soportar todo, y ella no se da cuenta de eso ¿O me equivoco?

Lo mire extrañado... ¿Este era adivino o que cosa?

— Mmm... No, no te equivocas.

El chico sonrío más (si eso aún era posible) y se quitó el gorro en forma de helado — ¿Sabes? Esta cosa es ridícula— dijo agitando el gorro con la mano— Pero, no puedo negar que me da un poco de estilo ¿verdad?... A casi lo olvido. Ve y búscala, ella seguro aclara sus ideas cuando te vea.

— ¿Eres una clase de motivador emocional o algo así?

— Digamos que parte de este trabajo es alegrar a los clientes, y por alguna extraña razón mi especialidad es ayudar a las parejas. Así que bueno, me podría considerar un amigo que da consejos a sus clientes.

—¿Sabes que eso no tiene ningún sentido? ¿Verdad?

— Amigo mío. La vida no tiene ningún sentido. En muchas ocasiones, como el amor, es mejor que no lo tenga. Si le buscas razones lógicas a todo, nunca hallaras la verdadera felicidad de las cosas.

Sonreí, fingiendo que entendí algo de su discurso. Y me levante del asiento— Gracias. Tal vez sea hora de irme.

— Yo creo que no... Porque ahí viene tu chica.

Y en efecto. Jules entraba por la puerta con un radiante vestido blanco. Y no puede hacer más que abrir los ojos sorprendido.

— Que quieres que te diga... La vi hace unos minutos en la otra esquina. Y bueno, un buen "motivador emocional" se asegura que las cosas tengan que salir bien.

— T-tu ¿estabas haciendo tiempo hasta que ella llegara?

— Eres listo hermano. Ahora me voy, tengo helados que entregar— Se puso otra vez su gorro de helado y se dirigió al mostrador.

— Hola— saludó

—Hola

Holis
Bueno para ser sincera. Estoy seca de imaginación ¡Y lo siento por no subir rápido este capítulo!

Pero así es la vida. Y bueno, en realidad debería estar estudiando para la prueba de mañana... Pero soy rebelde y no quiero!! Uuuu
Oki no.