Capitulo uno.

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- Oh, sí, sigue. - Exclamaba mientras Fabián, introducía uno de sus dedos en mi vagina.

Estaba ahí, empotrada en la pared del baño de una disco mientras un chico me masturbaba. Estaba muy sudada y sentía placer, sus dedos sí que se sabían mover.

Entraba y salía de mi, luego empezaba hacer círculos en mi clítoris e introducía otro dedo. Con la otra mano acariciaba mis senos, por debajo de la blusa que aún no me quitaba.

- No te corras aún - Exclamó este con amago de parar.

- Estas loco - Hablaba entre jadeos - Ya casi no aguanto, me co.. corrooo. - Y dicho esto mis fluidos corrieron por sus dedos, este inmediatamente se puso de cuclillas hasta llegar a mi sexo y lamerlo, probó mis fluidos y luego se levantó. Empezó a desabotonar sus pantalones.

- Espera, espera, ¿Qué haces? - Dije mientras lo veía.

- Pues voy a darte tan duro que querrás que pare pero a la vez me suplicarás más. - Abrí los ojos como plato y creo que toda la calentura se me bajó.

- Yo lo siento Fabián pero no quiero penetración. - Y antes de que pudiera reaccionar me subí la tanga, la falda y salí casi que corriendo.

Entré al baño de mujeres, ya que estaba en el de hombres, acomodé bien mi atuendo y retoqué el maquillaje. Luego salí y me dirigía a la barra donde estaba Andrea, mi mejor amiga y compañera de apartamento.

- ¿Pero dónde estabas metida? - Dijo Andrea mientras se tomaba un mojito.

- Por ahí. - Esquivé su mirada y la dirigí hacia el bar tender - Me regalas un mojito porfa.

- Claro. - dijo este mientras cogía la copita para servirlo.

- ¿Con quién estabas en el baño? Dímelo. - Me miró acusadora.

- Con nadie, Andrea - Voltee los ojos.

- Sí ajá, y mi papá vive - Dios ¿Como hacia esa clase de chanza? Yo no diría algo así. 

Recibí mi mojito y me voltee, dando la espalda al bar tender, y vi a Fabián en dirección a mí. Lo maldije en ese momento e intenté empezar a caminar.

- Vamos Andrea. - Dije lo más bajito que pude.

- ¡Amanda espera!  - Exclamó Fabián agarrándome por el brazo antes de siquiera dar tres pasos.

Me imaginaba el pajazo que tuvo que darse para bajar a su amiguito, estaba muy excitado <Pensé> Pero anulé esa idea porque Fabián era lindo, no era el tipo de hombre por el que todas se morían, pero tenía lo suyo.  Era alto, blanco, cabello negro, ojos cafés, facciones no muy marcadas por lo que parecía de unos 19 años, pero tenía 23, un año más que yo. Fabián no le costaría nada buscar a alguien.

- Ajá, estabas con él. - Casi que Andrea gritó y yo la fulminé con la mirada - Ok, me voy.

Al fin solos de nuevo, bueno, por decirlo de alguna manera, porque pues estábamos en una disco.

- Fabián yo ... No estoy preparada aún para.. Bueno, ya sabes.

- ¿Eres virgen? - Arrugó el ceño.

- Sí - Dije rápidamente - Y no quiero dejar de serlo, en serio lo siento.

- No.. puedo creer que... - Pensó algo pero luego me dio una sonrisa. - No sientas nada vale. - Me dio un beso en la mejilla y se fue, un poco ... ¿Cabizbajo? 

¿En serio se creyó que era virgen? Pues obvio no lo era. La verdad es que no tenía sexo con nadie, o ya tenía ocho meses así debido a la promesa que le hice a mi madre.

Quiero Todo Contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora