Cansada. Esa es la palabra que me describe muy bien ahora. Estoy demasiado cansada. Tantas cajas en la nueva sala de mi nuevo apartamento esperando ser abiertas y vaciadas, sólo de verlas me da cansancio. He abierto como 10 y puedo apostar que son 15 las que me quedan por abrir. Se supone que traje sólo lo necesario para sobrevivir en este lugar pero creo que he empacado cosas que no necesito como por ejemplo la lámpara antigua de mi viejo cuarto, ahora mi nuevo cuarto tiene dos pequeñas lámparas justo arriba del cabezal de la cama, aparte la luz principal. Ni hablar de las tazas de té que más me gustan que si bien son como 20 y me vine a vivir sola así que prácticamente no necesito 19. Ahí va una caja que me pude haber evitado.
Me dejo caer en el sofá de cuero negro, con mi peso hace un chillido que me da molestia pero me tengo que acostumbrar. Miro a mi alrededor. La sala es mediana, enfrente de donde estoy se encuentra una televisión pantalla plasma muy delgada pegada en la pared, de lado derecho de esta se encuentra una pequeña estantería, se supone que son para mis libros pero ¡NI LOCA! los pongo en un lugar donde se que el polvo los destruirá muy rápido. En lugar de los libros coloco pequeñas plantas que se que no necesitan agua ni sol para sobrevivir, agradezco mentalmente a mi papá por ellas y por pensar en todo, soy tan distraída que las pobres si fueran necesitadas de agua morirían a los dos días. Pensándolo bien creo que son artificiales.
Del lado izquierdo de la pantalla hay otra pequeña estantería, en ella he colocado las fotografías que tengo de mis padres, mi hermana, mi abuela y mis tías. Abajo he hecho un pequeño collage de mis sobrinos sonriendo, haciendo sus caras y jugando. Del lado izquierdo de la pequeña sala se encuentra un comedor para cuatro personas. Enfrente de todo eso hay un pasillo que va de la puerta principal hasta la puerta de la cocina. La cocina tiene lo esencial, un refrigerador, un horno de microondas, una estufa eléctrica, hay una encimadera con sus taburetes, es prácticamente una cocina convencional. Los colores van de color madera a blanco. Todo el apartamento es de color blanco.
Hay dos cuartos. Uno de ellos esta amueblado que es el principal, hay una cama lo suficientemente grande para que me de vuelta sin caerme, tiene un cabezal negro y dos burós del mismo material y color que el cabezal. Cada uno con un cajón. Enfrente de la cama hay un tocador del mismo material y color que el cabezal y los burós. En el tocador hay un espejo y siete cajones. Dos grandes para ropa y los demás para pequeñas cosas como accesorios. En el cuarto hay un escritorio con su silla, encima de este hay una estantería donde mis libros sonríen y saludan felices, fue lo primero que acomode al llegar. Al lado derecho de la cama hay una puerta que da al único baño del apartamento. Todo lo necesario, dos lava manos, baño, ducha y bañera. Del lado derecho del cuarto entre la puerta del baño y la puerta de entrada al cuarto se encuentra un closet mediano para la ropa. El segundo cuarto es similar a este de tamaño pero no esta amueblado. En él tengo puesta una pequeña lavadora de ropa e improvise un tendedero. No soy de esas personas que mandan su ropa a la tintorería, que otro toque mi ropa es un delito para mi. Queda un espacio grande y ese lo ocupare para practicar yoga o jazz así que puse un espejo grande en una pared. Esto es lo nuevo en mi vida, una vida que en un millón de años pensé que sucedería.
Tomo una nota mental para agradecer a mis padres por el apartamento. Es justo lo que necesitaba para escapar de mi pasado y volver a comenzar de nuevo.
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Huyendo del amor
Hayran KurguMe decían que era hermoso, incomparable. Un sentimiento que nunca te deja heridas, que nunca lástima a nadie pero comprendí que el amor es como un juego de ruleta. Hay que saber jugarlo... pero yo no lo supe jugar. Se supone que tantos libros me se...