Trenderhoof

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-...Sólo puede haber un Maestro de Ceremonias del Día de Ponyville -sentenció la alcaldesa-, y esa persona es...-todos guardaban silencio, anciosos por escuchar al ganador- ¡Rarity!

La multitud estalló en vítores, y todos los presentes empezaron a elogiar y lanzar flores a la nueva Maestra de Ceremonias. Applejack estaba muy orgullosa de ella, sabía que haría un excelente trabajo.

Tras explicarles con la maqueta que había traído Spike lo que haría con Ponyville, Rarity las llevó a las cinco a la Boutique para mostrarles una pequeña presentación de lo que había planeado.

-Me alegra que hayan elegido a Rarity -comentó Twilight-. Se que ella le dará un toque de elegancia al evento.

Applejack sonrió ante el comentario.

-Tal vez más que un toque...-Respondió. Conociendo a Rarity, querría hacer el evento como si fuera una de las grandes fiestas de Canterlot que tanto le gustan. A Applejack le encantaba cuando Rarity hacía las cosas a su modo, sin parar a preguntarse si estaba bien.

En seguida las luces se apagaron y los reflectores apuntaron a Spike, quien brevemente explicó cada cosa que habría para el evento. No esperaba menos de Rarity, todo pintaba bastante bien.

- Y la Maestra de Ceremonias del Festival de Día de Ponyville de éste año -añadió Spike para cerrar- presentará alta costura con sus propios diseños.

El reflector apuntó hacia un telón que se abría, al fondo de la pasarela. Y cuando se abrió, Applejack logró ver a aquella chica que le robaba el aliento. Rarity caminaba hacia ella con un vestido que le sentaba de maravilla; toda ella relucía, sus joyas le iluminaban el rostro y aquél cabello suyo se meneaba elegante a cada paso que daba.

Applejack se quedó ahí, admirándola mientras hablaba. Las demás le hacían comentarios sobre su festival y ella contestaba y daba más detalles. Pero Applejack no les prestaba atención. Sólo se dedicó a contemplar su belleza y, como tantas otras veces, el corazón le empezó a latir fuerte en su pecho. Rápido, potente.

Sus amigas la distrajeron de sus pensamientos, todas se estaban ofreciendo para ayudar a Rarity. Rápidamente recordó lo primero que había dicho Spike.

-Yo prepararé Sweet Apple Acres -balbuceó. Rarity la miró y en un segundo su mente se aclaró-. Para la degustación de sidra.

-Oh, ¡eso es perfecto! -exclamó emocionada- Así yo podré concentrarme en lo que de verdad me importa.

Applejack la miró confundida. Miró a las demás y se dio cuenta que estaban tan desconcertadas como ella. Soltaron un "¿qué?" las cinco al unísono y a Rarity le brillaron los ojos.

-Crear un Festival del Día de Ponyville que impresione -se llevó los puños al rostro, apretando sus cachetes con ilusión- ¡a Trenderhoof!

Después de repasar mentalmente a los habitantes de Ponyville, Applejack sospechó de un posible rival o algo por el estilo.

-Uh... ¿Quién es Trenderhoof? -preguntó. No había escuchado a Rarity hablar de ese hombre antes.

En eso, Rarity dio media vuelta y subió una cortina, dejando ver una especie de altar dispuesto para el tal Trenderhoof. Applejack se quedó boquiabierta. Cuando escuchó a su Rarity hablar maravillas sobre éste bueno para nada, su sangre hirvió en celos.

Para colmo, Rarity bajó uno de los posters en su pared y empezó a abrazarlo como si fuera un vestido nuevo. Peor. Lo estaba abrazando de una manera que Applejack nunca había visto en aquella perfecta chica. Ella no paraba de hablar sobre lo divino que era, y Applejack sintió como la ira iba cubriéndola de pies a cabeza. Y, sin decir nada, se fue de ahí, seguida de Pinkie Pie, Fluttershy y Rainbow Dash. Cada una se dirigió a su respectivo hogar, pero Applejack no estaba de humor para eso.

Simple Ways (RariJack EG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora