Costumbres Simples

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Llegó a la Boutique con el corazón en la garganta. Abrió en portón y se sorprendió al encontrar a sus cuatro amigas ahí. Twilight Sparkle se aproximó a ella, se veía bastante preocupada.

-Applejack ¿que está pasando? Rarity nos llamó de último minuto.

-Me da miedo adivinar... -respondió la rubia. Miró atrás y notó que el portón seguía abierto. Si Trenderhoof la encontraba todo se arruinaría. Cerró el portón con pánico.

Pinkie Pie, Rainbow Dash, Fluttershy y Twilight la miraban confundidas. Iba a preguntarles que pasaba cuando las luces se apagaron de repente. La voz de Rarity se escuchó fuerte y clara por toda la sala.

-Primero -dijo-, quiero agradecerle a todas por venir. Y segundo -ahora sonaba un poco más emocionada-, ¡estoy segura que a todas les gustará mi nueva idea para el festival!

Spike salió de detrás de las cortinas de la pasarela tocando el banyo, con un sombrero de paja en la cabeza y una expresión relajada en el rostro. Se giró y la cortina se abrió, revelando a una Rarity con el cabello alasiado y suelto, callendo descuidado por sus hombros. Usaba un sombrero de paja también, pero un poco más discreto. Una playera blanca y sobre ella un overól de mezclilla viejo, parchado y con los extremos roídos.

-¡Costumbres Simples! -gritó emocionada. Su escenografía eran varios montones de heno amontonados aquí y allá, una rueda de carruaje vieja y un tridente oxidado.

Applejack se echó a reír. Rarity había llegado demasiado lejos. Se veía, por una vez en su vida, ridícula. Perdió el equilibrio y tuvo que apoyarse en Fluttershy para no caer al suelo. Las demás veían la escena horrorizadas.

- Bueno -se acercó Rarity, imitando el asento de Applejack-, ¿qué es lo que te causa tanta gracia?

-Rarity, es el atuendo más tonto que he visto en mi vida -dijo Applejack. En su mente sonaba mucho menos agresivo, pero era la verdad.

-Si -tartamudeó Fluttershy-, es un poco gracioso.

-¿Gracioso? -exclamó indignada Rarity, sin dejar el intento de asento, cosa que provocó una risa por parte de Twilight.

-Rarity -dijo-, no hablas en serio ¿o si?

La ojiazul se bajó de inmediato de la pasarela para enfrentarse a Twilight.

-¡Pues claro que hablo en serio! -gritó como suele hacerlo. Se aclaró la garganta al darse cuenta y comenzó de nuevo, esta vez utilizando el tono campirano- ¿por qué no habría de ser así?

Applejack frunció el ceño. No podía estar hablando en serio.

-Porque tu jamás te vestirías así -le soltó, y Rarity le dedicó una expresión que le gustó muy poco-. Te gusta la moda, la alta sociedad y las cosas elegantes -siguió, suavisando su tono de voz. Cosa que Rarity no apreció en lo absoluto.

- Pues me puede gustar arar campos y cargar manzanas al mismo nivel -replicó, con su tono de voz normal. Applejack comenzaba a impacientarse.

-Pero no te gusta.

-¿Tú cómo sabes qué me gusta? -Applejack la miró de pies a cabeza. No le gustaba para nada esta Rarity.

-Porque te conozco bien -repilcó. Se obligó a sonar segura de sí misma, aunque no lo estaba por completo. Esta Rarity era un completo misterio.

-Bueno -ahora volvía a usar ese asento que tan poco le gustaba a Applejack. Rarity alzó una mano y apartó a la rubia del camino-, tal vez no me conoces tan bien como crees.

Rarity caminaba hacia la salida, la barbilla en alto y los pasos bien marcados. Applejack hervía en cólera, y no pudo controlar su lengua.

-¿Entonces es coincidencia que Trenderhoof parezca muy interesado en el campo también? -dijo, no susurrando, pero lo suficientemente fuerte como para asegurarse de que Rarity lo hubiera escuchado. Ésta se volvió y la miró resentida.

-No se a dónde quieres llegar -otra vez ese estúpido asento.

-Voy a demostrártelo.

-¡Adelante! -gritó Rarity- Ahora, si me disculpan -dijo, abriendo la puerta y dispuesta a irse-, tengo un festival muy campirano que planear -y se fué, haciendo eco en la habitación el portazo que dió.

Applejack frunció el ceño y apretó los puños, tratando de contener la ira que le carcomía por dentro. Rarity estaba fuera de sus casillas por ese tonto chico y su estúpida obsesión por la granja. Sin quererlo, dejó salir un gruñido desde lo más profundo de su garganta.

-Está bien, tenemos que resolver esto -dijo Rainbow Dash, sin prestar atención al estado emocional de Applejack-. Y tenemos que resolverlo ya.

-Si el Festival termina siendo como dice Rarity -susurró Fluttershy, preocupada-, nadie lo va a disfrutar.

- ¿Y cómo sugieren que cambiemos la actitud de esa chica? -Applejack no se percató de haber gritado tan fuerte. Ya estaba cansada, y sus amigas no parecían decir nada útil- Yo creo que ya la perdimos, ella nunca se dejaría llevar de esa manera sólo para buscar atención. O eso quiero pensar.

-Oh, Applejack -dijo Twilight en un tono suave. Ella sabía por lo que la rubia estaba pasando, pero no podía hacer nada al respecto. Colocó una mano en el hombro de la granjera y le sonrió-, ella va a volver a la normalidad pronto. Sólo es cuestión de darle un empujón.

-¿Y cómo pretendes darle ése "empujoncito"?-Rainbow de nuevo- No creo que a éstas alturas le importe estar cubierta de lodo o algo.

Hubo un silencio momentáneo, todas tenían la mirada gacha.

-¡Tengo una idea! -gritó estruendosamente Pinkie Pie- ¡Hay que darle una cucharada de su propia medicina!

-¿A qué te refieres? -la rubia miró insegura a la chica que saltaba por toda la Boutique.

-Bueno, si ella está fingiendo ser tú -juntó sus manos, emocionada- ¡Tú vas a fingir ser ella! Y cuando te vea... ¡BAM! -alzó los brazos, imitando una explosión- ¡Sentirá la necesidad de volver a ser la vieja Rarity!

-¿Sabes, Pinkie? -dijo Twilight tras conciderarlo un momento- En verdad podría funcionar.

-Pero -replicó insegura Applejack- ¿cómo vamos a convertir esto -y se señaló de pies a cabeza- en algo bello y elegante?

-Okay, no creo que Rarity haga mucho hoy, ya es tarde -Twilight sonreía, segura de su decisión-. Así que yo hago el plan y nos vemos mañana temprano en mi casa ¿les parece?

Todas asintieron y se despidieron. Cada quien partió a su casa, deberían descansar si querían que el plan fuera un éxito.

Applejack se encontraba caminando desganada hacia Sweet Apple Acres; no quería llegar. Pateó un guijarro del camino, pensativa. Le preocupaba lo que harían sus amigas para disfrazarla de una chica elegante. En su infancia lo había tratado, pero en definitiva no servía para ese papel y eso la molestaba. Quería ayudar a Rarity a volver a ser ella misma. En eso estaba pensando cuando escuchó unos pasos tras ella. Volvió la mirada para encontrarse con Twilight, quien le sonrió abiertamente.

-¿Qué hay, Twi? -le dijo, intentando moderar su tono de voz. Ya era muy tarde- ¿por qué no estás en tu casa?

-Creí que tal vez necesitabas compañía -dijo ella- No quieres ir a casa ¿cierto? -Applejack la miró perpleja. No sabía cómo lo había descubierto. Twilight rió- Puedes venir a mi casa si quieres.

-¿Hablas en serio? -no quería volverse una molestia.

-¡Por supuesto! A demás -Twilight la miraba con afecto-, todo ésto debe ser muy difícil -Applejack bajó la mirada. Sí que era difícil para ella; su muñequita de porcelana se había convertido en un títere de madera.

-Gracias -susurró, y acompañó a Twilight. No hablaron mucho, Applejack estaba realmente cansada.

Cuando llegaron a la casa de Twilight, Spike ya estaba dormido, así que procuraron guardar silencio.

Al final, Applejack se durmió primero, calló rendida en la cama de Twilight. Ésta última, en cambio, se quedó un tiempo más escribiendo listas e ideando el plan para devolver a Rarity.

Esa noche, Applejack soñó con diamantes y espirales de cabello morado.

Simple Ways (RariJack EG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora