Contraataque "parte 3"

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Adlet y Hans lucharon dentro del círculo de Kyomas, con Chamo de pie en el centro, con los brazos cruzados sobre el pecho.

Incluso si trataban de hacer frente a otro Kyoma, por su regeneración no tenía sentido. Así que Chamo era su objetivo. Sin embargo, cada vez que intentaban atacar a Chamo, un Kyoma se colocaba en el camino uno tras otro. Ellos con valentía bloqueaban cualquier ataque dirigido a Chamo con sus cuerpos, incluso las armas que Adlet lanzaba contra ellos.

"¡No podemos llegar a ella! ¡Separate! ¡Tenemos que coordinar nuestro ataque!"

"¡Miau! ¡Lo tengo! ¡Piensa en un plan!"

Los dos se separaron e intentaron rodear a Chamo desde la izquierda y derecha. Adlet llamó a los Kyomas hacia él y Hans los rodeó por atrás. Pero ambas tácticas eran inútiles. Cada Kyoma se movía de forma autónoma, por lo que incluso si trataban de golpearla con un ataque inesperado sería inútil.

"Jeje. Todo el mundo hace lo mismo. ¿Trabajan juntos para atacar Chamo? Nadie ha sido capaz de lograr eso." No parecía como que Chamo estaba en medio de una lucha por la forma en que ella estaba actuando toda tranquila y serena.

"Cualquier cosa, sin embargo, ¿Adlet?" Hans gritó.

Adlet no pudo contestar. Entonces una sanguijuela Kyoma detrás de él arrojó ácido a su manera. Adlet la esquivó a un lado, pero otro Kyoma comenzó su camino. Adlet apuñaló su espada en su estómago y arrojó el cuerpo del Kyoma detrás de él.

Estaba cansado y todavía no se había recuperado de la fatiga de su batalla con Hans. Hans probablemente sentía lo mismo. Esto significa que cuanto más tiempo la lucha se prolongue, más desfavorable sería para ellos.

"¡Hans! Cúbreme" Adlet gritó.

Cortando la lengua de una rana Kyoma, Hans respondió: "¡Mis manos están llenas. No seas flojo!"

"¡Ya se me ocurrirá algo mientras me estás protegiendo!"

Hans luego hizo un gran salto y aterrizó junto a Adlet. Y tal como había solicitado Adlet, Hans interceptó al Kyoma atacándolo. Sin pensar en las consecuencias, sus movimientos eran imprudentes. Pero no podía mantenerlos durante mucho más tiempo.

Bajando la voz, Adlet preguntó: "¿Cuánto tiempo puedes mantenerlos?"

"60 segundos", Hans respondió.

"Después de 60 segundos, no pienses en ello, simplemente ataca a Chamo. Yo te cubro." Dijo Adlet, y entonces él redirigió su atención en Chamo.

Primero debía buscar un arma efectiva. Adlet luego lanzó varios tipos de dardos envenenados y observó sus efectos. Los dardos de sueño y dardos de parálisis no funcionaron, pero los dardos de dolor fueron eficaces.

Momento siguiente Adlet sacó el alcohol inflamable de uno de sus bolsillos y lo puso en su boca. Entonces puso el pedernal en su boca y roció fuego en el Kyoma.

"Woah, me sorprende. Escupir fuego no es algo que los seres humanos puedan hacer", dijo Chamo en un tono despreocupada. Eres la única con quien no me gustaría hablar de eso, pensó Adlet.

Entonces Adlet sacó otras de sus armas secretas de sus bolsas. Era la herramienta que había usado junto a Nashetania cuando estaban protegiendo a los aldeanos, la flauta que atrajo la atención de los Kyomas.

Fuego, dardos envenenados y la flauta. Sólo dos de ellos funcionaran en Chamo. Esto no es posible. Necesito otro plan.

Pero Hans estaba acercandose a su límite, así que lo que sucedió a partir de ese momento Adlet acabó dejándolo a la casualidad.

Rokka No Yuusha (Tomo 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora