¿Amigos que se besan?

Pam 2

Pam.

-Kellan no te quiero lastimar, lastimo a todo el mundo por favor...-. Dije entre susurros, y bajando la mirada. Tengo miedo, miedo de que se aleje de mi, como todos... Y no podía retener las lágrimas, por más que quería.

-¿Por qué dices eso, enana?-. No tenia ganas de contradecirlo para que no me diga enana, pero la verdad, ahora mismo, no me importa, no me importa nada.

-Porque es la verdad...-. No tenia un argumento para alejarlo sin tener que contarle todas aquellas situaciones que quería olvidar.

-Si sólo me explicaras el por qué, estoy seguro de que te puedo entender-. Me hablo con una voz tan dulce, que sin poder evitarlo comenze a llorar de nuevo, llorar porque casi nadie me demuestra cariño, solo Rose... Kellan tomo mi cara entre sus manos y lo mire fijamente.

Me di cuenta de que no era la única con dolor, había algo en sus ojos, una chispa de algún recuerdo, algo que él no se pensaba acordar, él guardaba mucho dolor como yo, no sé si fue mi imaginación pero vi como sus ojos se transportaban a algún lugar lejano, recordando, me di cuenta de que eramos mas parecidos de lo que yo pensaba, solo que él era mas fuerte.

Ninguno de los dos dijo nada, el silencio lo decia todo. Él entendía mis emociones y sé que él también se había dado cuenta de las mías, sin saber nuestros pasados. Y nos quedamos así, sin saber que hacer, porque en una situación como esta, quizás otras personas hubieran dicho que había que decir algo o hacer algo, pero cuando se esta en el momento es muy difícil y confuso esa situación.

Kellan se acerco más a mi, muy lentamente, tanto que me desesperé un poco, y me acerqué a él, él lo tomó como una afirmación para que lo hiciera, para que me permita probar sus labios de nuevo, él me abrazó por la cintura y yo envolvía mis brazos alrededor de su cuello y uníamos nuestros labios como si fuera lo mas común del mundo o bueno lo más normal para nosotros.

Salimos del baño unidos de la mano, ¡si, unidos de las manos!
Kellan es muy comprensivo, creo que es por el hecho de que entiende lo que yo siento.

Gracias al cielo, cuando salimos no había nadie en los pasillos así que nos quedamos hablando en uno de los bancos, hasta que el timbre sonó y nos paramos para dirigirnos hacia las despectivas clases. Antes de irse hacia su clase me dio un beso fugaz y me sonrió antes de seguir su camino.
Camine hasta mi próxima clases, que compartía con Rose, sonrojada.