¿Amigos que se besan?

Kellan' pov.

Kellan' pov.

Abriré esa puerta ella quiera o no. Sé que quizá fui grosero, pero estoy arrepentido de mi actitud. Nunca había pensado tanto en alguien, y ella y su actitud no han salido de mi mente. Quiero saber que le pasa, la quiero ayudar. Quizás no merezca que ella me perdone o ella me permita ayudarla, pero en verdad quiero ayudarla.

Ella ahora mismo esta encerrada en el baño del instituto y esta llorando.
No sé porque llora, pero quiero que salga de ahí.

-¡Dejame! Dejame...-. Su voz se apaga, mientras llora.

-¡Alejate de la puerta!

Cuando gritó eso, me echo para atrás, para tomar impulso y doy una patada a la puerta haciendo que esta se abra. Es extraño, porque estoy en el baño de las chicas, pero no me importa.

Al entrar al baño me doy cuenta de que esta encerrada en un cubículo, y por mas que intento abrir la puerta, no abre. Pero si yo derrumbe la otra puerta también puedo derumbar esa.

No fue necesario, mientras pensaba la mejor forma de abrir la puerta sin hacerle daño, ella salió del cubículo y corrió hacia mi y me envolvió en un abrazo. Tengo que admitir que no fue la reacción que yo esperaba, pero si fue mucho mejor.

Correspondí su abrazo y deje que llorara, que se desahogara. Y así pasamos muchos minutos, escuchando su agitada respiración debido al llanto, llanto que por fin había terminado.

Cuando se calma totalmente, retrocede de mí de manera brusca.

Y se comienza a alejar hacia la puerta del baño. La detengo antes de que vaya muy lejos, así que la sostengo por la cintura y pego su espalda a la pared.

¿Para donde va y qué hace?, primero esta muy sensible, vulnerable y débil, y luego tiene esa extraña actitud de indiferencia, odiosidad y resentimiento.

No puedo dejar de pensar que estamos muy cerca, más cerca de lo que había planeado... Mi corazón está desbocado, estoy nervioso...

-¿Para donde se supone que vas?-. Me mira atentamente y no dice nada-. Responde...

-No tengo nada que decir, solo sueltame.

-Después de estar encerrada en el baño, llorando por no sé que, no me vas a pedir que te suelte, porque no lo haré, ¿entendido? ¿Por qué hiciste eso?
¿Por qué llorabas?

-A ti no te tengo que contar nada, ¿entendido?-. Repitió lo último tratando de imitar mi tono de voz.

Trató de soltarse otra vez.

-¡Dejame! ¿Por qué te empeñas en estar cerca de mi? ¡Te dije que no era buena compañía para ti, ni para nadie! ¿Por qué? ¡Explicamelo! ¿Qué le ves de especial de interesante estar atrás de mi todo el día? ¡Dime! -. Había comenzado a llorar- ¡Dejame en paz! ¡Olvidate de mi! ¡No valgo nada! ¡No lo entiendes! ¡Soy inservible! ¡Un cero a la izquierda! ¡Una patética adolescente a quien nadie la quiere!-. No pude seguir escuchando todo lo malo que decía sobre si misma, e hice algo que jamas creí que haría con ella en estas circunstancias...

La besé, si y no me arrepiento. Ella se tensó un poco al principio y temí que me rechazara, pero no lo hizo. Movió sus labios al compás de los mios, era una sensación de que debíamos estar así, unidos. Sus labios eran deliciosos, tengo que admitir, después de unos segundos alzó sus brazos a mi cuello y me rodeó, era sencillamente sensacional.

Sentí como sus lágrimas se deslizaban por su mejilla, mientras nos besábamos. No sé porque llora, ella es hermosa, graciosa, es única, y no he logrado sacarla de mi cabeza, por más que quiero.

-No llores...-. Traté de calmarla, hablando con nuestros labios unidos.
Eso fue como decirle llora más, sentía mas lágrimas, por un momento quise alejarme para ver que le pasaba, no me lo permitió, lloró mas y me sujetó mas fuerte por el cuello y me atrajo mas a ella y a sus labios si eso es posible...

Nos alejamos para respirar y pegamos nuestras frentes, tenía la respiración agitada y sentía la de ella así también...

Nos miramos a los ojos y supe que tenia algo que decir.