Cat ears ↭ clemmings

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«luke, ojalá supieras quererme tan bien como sabes hacerme llorar.» pensaba michael tumbado boca arriba en su cama, contemplando las pegatinas de estrellas y planetas que su madre le había colocado en el techo cuando tenía seis años.

le dolía. no quería admitirlo, pero le dolía. luke era hermoso, como salido de otro planeta, una belleza imposible de alcanzar, y michael lo sabía. pero cuando él lo besó de algún modo comenzó a pensar que tendría alguna oportunidad.

a pesar de todo él quería lo mejor para luke, y si él era feliz con cualquier otra persona, lo aceptaría.

“¿mikey?” lo llamó su madre al otro lado de la puerta, entrando después de que su hijo le diera permiso. “¿estás bien?” se sentó en el borde de la cama.

“¿por qué no iba a estarlo?” frunció el ceño.

“cariño...” suspiró. “te has negado a tomarte las pastillas, a comer, no me has dirigido la palabra en todo el día y llevas aquí encerrado todo el día.”

“nada de eso es raro en mi...”

“¿te ha ocurrido algo? ¿se meten contigo en clase? ¿has hecho algo malo y tienes miedo de las consecuencias o...?”

“no es eso...” se incorporó haciendo una mueca. no le quedaba de otra que contárselo, si no, no se iría. “¿qué harías tu si la persona que te gusta mostrara interés en ti, pero luego besara a otra persona?”

a karen pareció pillarle la pregunta por sorpresa.

“¿te has enamorado?” sonrió tiernamente. “quién es la afortunada?”

“luke...” murmuró.