Mai~
Toda la semana ha sido igual; la gente murmura a mis espaldas, otros se acercan y me dan su "apoyo". Se podría decir que ya me acostumbré; intento que no me importe lo que dicen.
Charlotte dejó de hablarme, ahora se la pasa con una chica llamada Valery. No la culpo, sería desagradable estar conmigo justo ahora.
Estoy esperando a que empiece la clase de gimnasia. Todos mis compañeros de clase están preparándose. Creo que no hace falta decir que ninguno me habla.
-Todos en fila-dice el entrenador.
Hacemos una fila. El entrenador detalla la lista durante varios segundos.
-Bueno, creo que han cambiado los puestos-dice-, señorita Fernández, usted es la primera.
Nunca soy la primera, mi apellido empieza por F, no por A. Camino hacia el profesor, él señala la cuerda que cuelga del techo.
-Puede iniciar.
Sujeto la cuerda, tengo las manos lastimadas, las vendé luego de hacerme daño. Empiezo a escalar. Siento que se van a caer mis manos, es un dolor insoportable; sin embargo no dejo de subir.
Si logro llegar hasta arriba podré superarlo todo me digo a mí misma.
El dolor se vuelve peor cada vez. Veo mis manos vendadas, se han empezado a manchar de sangre. Puedo conseguirlo.
Escuchó gritos desde abajo, pero no quiero mirar, no quiero verlos. Pero de repente la cuerda ya no es sólida y siento un vacío en el pecho, luego todo se apaga.
Josh
Luego de salir corriendo, creyéndome el salvador de Mai, reaccioné. Volví sobre mis pasos de regreso a la cafetería.
Puede que Mai esté pasando por un mal momento, pero fue ella quien decidió dejar de hablar conmigo. Da igual si sus padres murieron, la gente muere todos los días, hay que aprender a superarlo.
Durante ese breve lapso, imaginé a Mai en el gimnasio donde practicamos boxeo. Desde que la conocí, supe que golpeando el saco pesado* descargaba su ira.
Al llegar al gimnasio la vi golpeando con fuerza el saco, y me impresionó. No el hecho de que golpeara con una fuerza descomunal, sino el que no estuviese usando guantes, ni vendas. Sus manos desnudas golpeaban con fuerza, sin detenerse. Y sangraba.
Estuve a punto de acercarme; no lo hice.En clase de gimnasia, todos estaban muy emocionados, íbamos a escalar la cuerda. Pero luego de que la cuerda se desprendió del techo cuando Mai estaba a cuatro metros sobre el suelo y ella cayó al suelo estrepitosamente, nadie quiso saber más sobre escalar nada.
Mai está recostada en una camilla. Después de que cayera, el profesor se apresuró a levantar el inmóvil cuerpo de Mai del suelo. Fue llevada al hospital más cercano. Por órdenes del entrenador me quedé con ella. Ya que sus padres han muerto, no tiene a nadie, salvo a un familiar lejano que se hará cargo de ella, según tengo entendido. Debo esperar a que esa persona llegue para irme. El doctor dijo que su brazo se rompió. Tardará un mes en sanar.
Ahora está inconsciente, durmiendo. Se le ve tan relajada. Debería poder tener esa calma siempre, pero su vida no ha sido fácil los últimos días. De cualquier modo, podrá superarlo sola.El sonido de un teléfono celular me saca de mi ensimismamiento; el ruido proviene del bolso de Mai. Me levanto y busco en su bolso, encuentro su celular. Un número desconocido le ha enviado un mensaje.
Es muy fácil para mí provocar un accidente tan sencillo como ese.
¿Creiste que me olvidaba de ti? Siempre estaré contigo. Y como te dije antes, no descansaré hasta que cada persona a tu lado se aleje de ti, o se muera.
------------------------------------*Saco pesado: Elemento de entrenamiento. Se usa para practicar movimientos para el deporte que se necesite. Se le llama también, costal de arena.
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Las Reglas Del Boxeo.
Short Story-Esto no es jugar limpio. -Ahora no estamos boxeando, Mai. -Entonces, ¿porque siento que todo el mundo juega sucio? -Porque así son las cosas. Sinopsis provicional. Agradezco a Majda, por cederme su brillante idea.